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Recursos humanos

Maite Pérez Larumbe

Los estamos perdiendo

Los estamos perdiendoPexels

Si nos descuidamos, los echaremos de menos cuando ya sea tarde. Aunque espero que no pase, porque estamos a tiempo, lo que percibo me sorprende, me entristece y me deja fuera, y contenta de estarlo, de una corriente que parece exitosa. A pesar del servicio que han hecho, en este momento, los artículos, los determinados sobre todo, están en peligro. Como el quebrantahuesos o la posidonia.

Esto de zamparse los artículos no es nuevo, la gente iba a o venía de palacio o estaba en cama, pero lo de ahora es un desmadre porque se ha generalizado la supresión. Además, juraría, tiene un tufillo jerarquizante y arbitrario y es más que compatible con el entontecimiento de las y los hablantes por imitación irreflexiva.

Quien hasta ayer llamó a la Policía Municipal para quejarse del ruido del bar de abajo hoy llama a Policía Municipal sin pensárselo dos veces. Como le siguen cogiendo, ni se habrá dado cuenta. Me temo que quienes se comen artículos sienten como una elevación, como quienes en su día pensaron de que.

La semana pasada fue terrible. En el mismo telediario, el hombre del tiempo anunció nevadas en cara norte de Pirineos y en la cordillera Cantábrica. ¿A santo de qué esta diferencia de trato a dos cadenas montañosas? ¿Hay algo que tengamos que saber? En el tiempo dedicado a los deportes escuché que alguien tendría que activarse en sala de prensa. Le deseé lo mejor, que no mejor. Antes, había leído que había preocupación en Casa Real pero no en el Gobierno. ¿Ustedes se aclaran?

Mira que el lenguaje es plástico y dúctil y resiliente y está en su naturaleza evolucionar, pero cada vez que noto que se prescinde de los artículos determinados me pongo en guardia y se me hace bolo. Les tengo cariño.