El nuevo ministro de Defensa, Pedro Morenés Eulate, fue consejero y hasta hace dos meses representante de la empresa Instalaza SA, fabricante de bombas de racimo, y es director ejecutivo en España de la empresa MBDA, que diseña, fabrica y vende misiles. Entró a formar parte de Instalaza SA el 26-08-05 como consejero, hasta el 31-05-07, cuando cesó para ser nombrado representante, cargo que ostentó hasta el 20-09-11. Mientras ocupaba dicho cargo (Cinco Días) el pasado 9 de mayo Instalaza SA decidió reclamar al Gobierno "una compensación de 40 millones de euros en concepto de daño emergente y lucro cesante después de que España decidiera prohibir las bombas de racimo".

En diciembre de 2008 un total de 107 países, entre ellos España, ratificó un tratado internacional que prohibía el uso, desarrollo, fabricación, adquisición y almacenamiento de bombas de racimo. Un mes después, el 6 de enero de 2009, la ministra de Defensa, Carme Chacón, aseguraba que el Gobierno aprobaría las nuevas Reales Ordenanzas (normas de conducta para las Fuerzas Armadas) que suponían, entre otras cosas, "la exclusión del uso de ciertas armas y tácticas que repugnan a la conciencia moderna", como las bombas de racimo. Casi dos años después, la organización Human Rights Watch (HRW) confirmaba que se habían destruido un total de 176.000 artefactos. No obstante, España se adscribió a la excepción que permitía conservar los artefactos de racimo que no excedían las 20.000 minibombas con el fin de investigar y entrenar.

Morenés desempeña el cargo de director ejecutivo de la empresa de misiles MBDA, compañía con ramas en Reino Unido, Francia, Alemania e Italia que diseña y fabrica misiles. En 2008, MBDA registró un volumen de negocio de 2.700 millones de euros, produjo unos 3.000 misiles y consiguió una cartera de pedidos de 11.900 millones de euros. MBDA vende armamento a unos 90 ejércitos de todo el mundo. ¿Y la ley de incompatibilidades? ¿Defenderá a la ciudadanía o sus propios intereses?