Usted, como muchos otros, han optado por llevar a sus hijos a colegios concertados, me parece muy respetable, pero parte del dinero que ustedes no pagan se lo pagamos entre todos. Yo, como muchos otros, he decidido llevar a los míos a una escuela pública, en mi caso al colegio Atakondoa de Irurtzun. Me imagino que como máximo responsable del departamento de Educación en Navarra, estará enterado de la situación actual de dicha escuela comarcal. La nula previsión de su departamento nos ha llevado a que nuestros hijos no tengan espacio suficiente. Para el próximo curso es muy posible que no haya suficientes aulas para todos los grupos. No puedo entender que con la cantidad de responsables que hay en todos los departamentos de nuestro gobierno ( y con lo que cobran por ello), no se hayan dado cuenta de algo que es tan evidente hace años. Ahora llegan las prisas. Nos dan unas soluciones que parecen tratarse de bromas pesadas y que habrá que estudiarlas porque me temo que alguna incluso fuera de la ley (aunque como con las leyes hacen ustedes lo que quieren, se cambia rápidamente algo que no nos conviene y ya cumplimos, ¿no, señor Iribas?). Los barracones que nos propone hacer, ¿van a ser tan útiles como los que ya nos han hecho? Otro punto negativo para su departamento. No sé quién es el responsable de dicha obra, pero yo, que no soy más que una madre ama de casa cabreada, me atrevo a no meter tanto la pata (y no voy a dar detalles, poque usted sabra bien qué pasa ¿no? Porque para eso le pagamos).
Pero hay otro tema señor Iribas. Hablamos de la falta de aulas, pero yo le pregunto si alguien ha hecho la previsión de la falta de espacios comunes, patios, gimnasio, sala de psicomotricidad... Nuestros hijos están hacinados en una pobre escuela vieja que necesita muchas mejoras. Ahora la excusa es que no hay dinero, ¡claro!, y todo lo que se han atrevido a gastar en cosas tan vitales como el circuito de Los Arcos, el Reyno Arena, el TAV....y no hablemos de sus dietas y de sus sueldazos.
Me gustaría que lo viese con sus propios ojos, y que con la honradez que debe tener una persona que ocupa un puesto como el suyo (además padre de familia), lo compare con algún otro centro que ve a diario y nos diga, mirándonos a los ojos, que todo esto es digno para nuestros hijos.
Esperando que todo esto por lo menos le haga pensar a usted y a los responsables citados de su departamento, y quizá a alguno de ustedes hacerle sonrojarse de vergüenza, le invito a que visite la escuela comarcal Atakondoa de Irurtzun y nos diga con toda su honradez que sus alumnos y profesores están en una situación digna.