Me harían falta más líneas para poder explicar esta experiencia como es debido, pero intentaré ser breve. Hace unos meses adopté, junto con mi hermana, una perrita pitbull a través de la asociación Txikas de Etxauri, teniendo otro perro adoptado hace dos años en la Protectora. En el lento proceso de adopción nos fueron prometiendo cosas que nunca pasaron, como un seguimiento constante y la ayuda de un adiestrador. Una vez la tuvimos ya en casa, se nos impuso el adiestrador como ayuda sin informarnos de que tendríamos que pagarle. Este adiestrador se dedicó a marear a los dos perros gracias, en mi opinión, a sus técnicas incoherentes. No hemos podido quedárnosla ya que empezaba a atacar y a morder al otro perro. Ante este grave problema, ellos nos ignoraron tanto a nosotras como a la perra. Lo que quiero plasmar es que he encontrado en esta asociación un conjunto de mentiras, desconocimiento, poca y mala información, ninguna profesionalidad, incoherencias, insultos e incluso amenazas de denuncia por mail y teléfono. Nosotras lo intentamos todo y ellos nos remitieron a otra persona en lugar de dar la cara. Son unos voluntarios que solo miran el bolsillo y las apariencias sin tener en cuenta el bienestar del animal y lo que de verdad cuenta, la relación adoptante-mascota. Se dedican a colgarse medallas de todo el trabajo y el esfuerzo que hacen en sus redes sociales, y cuando llega la hora de la verdad, que es la adopción, no te atienden como es debido. Vergonzosa es su organización y su motivación. Después de esta horrible experiencia lo único que nos consuela es que Xira, nuestra perrita, ya tiene un hogar perfecto para ella, gracias a un amigo que la ha adoptado, y podremos verla siempre. Lo que recomiendo es que sea la perrera de Etxauri quien se haga cargo de todas las adopciones y sus trámites, ya que esta gente te quita las ganas de adoptar a través de ellos.