El pasado viernes, a los 45 años, y tras una dura batalla contra el cáncer, falleció Tito Vilanova. El ampurdanés y exentrenador del Barça es, sin duda, un referente para su club de toda la vida, aunque jugó en otros clubes, pero también para el deporte español. Su discreción, entereza y honestidad al afrontar su enfermedad han sido ejemplares. Pero, además de sus cualidades humanas, nos queda con su enorme legado deportivo. Sus récords con el Barça, la Liga como primer entrenador, y su aportación extraordinaria a uno de los mejores equipos de la historia figurarán en la memoria indeleble y eterna del fútbol.
Este reconocimiento lo hago, no a pesar de ser madridista, sino como amante de todo gran deportista y Tito, repito, de origen ampurdanés, lo ha sido. Sin duda, el legado de Tito es inmortal. Descanse en paz.