Leo con interés el artículo publicado en DIARIO DE NOTICIAS, donde la Asociación de Consumidores de Navarra/Nafarroa Irache, “promueve obras teatrales para fomentar el reciclaje de móviles”. Las funciones tuvieron lugar en Beriáin, Miranda de Arga, Allo, Fitero, Esparza de Galar y Murillo el Fruto.

En la citada obra teatral, la Asociación Irache hace un llamamiento a las/os ciudadanas/os a que al cambiar de teléfono móvil, no tiren el anterior, y lo entregue para su posterior reciclaje o reutilización, en el contexto y consecuencias de su fabricación y comercialización, ha provocado “millones de muertos y desplazados”.

Tras la representación de la obra en cada pueblo, se ofreció a las personas que llevaran sus móviles viejos -muchas veces olvidados en algún cajón de casa- a la Oficina Municipal de Atención al Consumidor, donde se habilitaron buzones para su recepción y desde donde se gestionará de forma adecuada para su posterior reciclaje y reutilización.

Se trata de Historias recicladas, un proyecto enmarcado dentro de la función de formación y sensibilización de la ciudadanía, desde de la vocación social de la Asociación Irache, recogido en sus estatutos, señalando como uno de los objetivos “divulgar cuantas acciones esté a su alcance sobre la defensa del consumidor, del medio ambiente y el entorno social”.

La Asociación Irache textualmente así lo dice y publicita en la revista Cierzo, de la Asociación, a página entera, la campaña de Alboan y tecnología libre de conflicto, y los siguientes eslóganes: “Descubre la conexión entre tu móvil y la violencia en el Congo”, “Lo que tu móvil esconde”.

En fechas recientes, Lander Santamaría, de DIARIO DE NOTICIAS, redacta el artículo titulado Coltán, el mineral que cuesta la vida. Tengo que leer esta fuente informativa, me afirmé, para conocer lo relacionado con el coltán. En la misma, Lander expone que la República del Congo produce el 80% del total mundial del coltán, la aleación ya conocida, eleva su valor por su aplicación tecnológica. Existen 5.000 minas -solo el 3% son oficiales-, hombres, mujeres y niños son obligados a trabajar en condiciones miserables y de brutal esclavitud, su explotación provoca miles de muertos.

Este mineral es el punto de mira de la cada vez más elevada demanda de las gigantescas multinacionales, con presupuestos superiores al Producto Interior Bruto de muchos países y con la absoluta falta de escrúpulos, justificando con la extensión tan manida como hipócrita de “¡es el mercado, estúpido!”. “El oro negro tecnológico” es pues la vergüenza mundial, únicamente enriquece a unos pocos, los de siempre.

Después de este conocimiento con causa, urge ¡No más muertes de ciudadanos congoleños y de otros países! Los Gobiernos potencialmente poderosos -y los menos- tienen que obligar a las multinacionales a que la explotación de las minas sea humana, controlada con técnicas que no exterminen a los trabajadores, que extraen el mineral coltán, las formas inhumanas de explotación actuales tienen que terminar, ¡desaparecer ya! ¡es urgente!

Ante esta desastrosa situación, la postura sin concienciación? “alguien que le pertenece ya lo solucionará, no es nuestra competencia, está introducido, necesito los dispositivos”, es mirar para otro lado, sin aportar su necesaria ayuda.

Requerimiento, soluciones. Vivimos en una sociedad en la que estamos obligados por ley natural a evolucionar para mejorar. La actual, necesaria e imprescindible I+D+I, tiene que conseguir que los componentes que forman parte de los dispositivos digitales no causen muertes a sus productores.

Consiguiendo este humano derecho a la vida, los millones de mujeres y hombres que utilizamos los dispositivos digitales, -en algún momento de su manejo-, recordemos completamente clausurados y desterrados los repetidamente mencionados componentes de la muerte.