Amigo Javier, te fuiste discretamente, casi sin avisar. Seguramente no querías molestar, no querías importunarnos. A muchos, tu partida nos llegó de sorpresa, sin poder despedirnos. Yo lo hago desde estas líneas.Quiero decirte que me siento afortunado por haberte conocido, por haber sido tu amigo. Eras, eres, una de esas personas con gran corazón, un hombre cariñoso, afable, amigo. También comprometido. Tu partida nos deja cierta tristeza, pero también la convicción y la esperanza que nos da el saber que existen personas que dan, que regalan a los demás, a la sociedad, lo que tú nos has aportado.Ha sido un placer y un orgullo ser tu amigo. Descansa en paz Javier y vuela libre a donde te corresponda.