Cada día a las 20 horas la gente sale a sus terrazas y ventanas a aplaudir. Yo lo hago, aunque últimamente depende del ánimo. Trabajo en el mundo sanitario y día a día veo cómo se apagan personas y no podemos hacer nada al carecer de medios. El coronavirus nos ha pillado en paños menores a toda la sociedad y donde más se necesita (hospitales y residencias) carecemos de medios y de material. Nos ponemos mascarillas (no sabemos si son homologadas o no), buzos (parecemos astronautas), dobles guantes y un sinfín de artilugios, pantallas protectoras... Como seas cabezón ni entran.Me parece que se ha llegado tarde a algo que se podía haber remediado antes. Los test al personal sanitario y a las residencias han llegado en algún sitio pasados un mes de cuarentena. ¿Por qué? Yo sigo trabajando con ilusión para que los residentes nos vean fuertes, animados y con ganas pero hemos perdido residentes y compañeros de baja por algo que no han sabido solucionar. Se toman medidas todos los días, pero no se respetan y nos tiramos a la calle sin tomar medidas.Mañana cuando abra las puertas de las habitaciones diré: ¿qué tal? Me contestarán: aquí estoy hijo, aburrida de esta mierda.Los aplausos, para los que día a día están aquí o para los que el coronavirus nos los ha robado.