Más peligroso que las noticias falsas son aquellas informaciones que por incompletas o interesadas nos llegan por redes sociales o medios de comunicación. Uno de los ejemplos flagrantes es de el lío de Corinna y nuestro Juan Carlos, el borbón para que me entiendan, la prensa reproduce las manifestaciones de la barragana real en las que en esencia cuenta como el ex monarca le hace regalos de millones de euros simplemente por un supuesto loco enamoramiento.Detrás de esta noticia hay una razón poderosa, Corinna según parece era una “conseguidora”, su dedicación se centraba en poner en contacto a personajes relevantes para negocios millonarios, lógico es suponer que dicha actividad era remunerada.Y ahí es en donde entra el sentido de las últimas manifestaciones ya que de comprobarse que esta mujer era colaboradora necesaria e inductora para cualquier irregularidad su situación pudiera ser penalmente punible, de tal forma que si recibe regalos está fuera de sospecha pero si es comisionista se convierte en cómplice. No obstante se plantea en los medios de forma interesada: considerar al exmonarca como tonto además de presunto defraudador.Pero la noticia de las comisiones recibidas de los países árabes (ricos) puede tener otra lectura, ya que quien paga las comisiones generalmente no es el cliente que recibe la prestación de servicios, es decir los receptores de las obras del AVE a La Meca, todo el mundo sabe que quien paga las mordidas son las empresas a las que se les asignan las obras o servicios por lo que es lógico pensar que el dinero de la “mordida” vendría de las empresas adjudicatarias de las obras y no de la propiedad. En este caso como en muchos los árboles no dejan ver el bosque, interesa darle leña al mono sin reflexionar sobre una responsabilidad de las empresas españolas que realizaron las obras por la intermediación de Juan Carlos, especialmente cuando en esos años los casos de comisiones ilegales abundaban en España.También es verdad que es más sencillo enfocarlo hacia Arabia Saudí y Emiratos, puesto que estarían fuera de la jurisdicción europea, que investigar los orígenes reales (nunca mejor dicho) de la fortuna de la pareja de moda Juan Carlos y Corinna. No vendría mal que mirásemos de vez en cuando detrás de la noticia.