Falleció el pasado domingo, día 11 de octubre, a consecuencia del covid-19. Ha sido totalmente imposible estar con mi hermana. Todo esto, unido al lumbago que me ha durado 4 meses, el panorama ha sido desolador. Esta hermana tenía 1 año cuando falleció nuestro padre por accidente de coche cuando casi no había coches en Pamplona. En ella pensaba nuestro padre cuando nos dejó. En estos momentos, cuando mi hermana se encontraba grave no quería más que encontrarse con su bendito esposo, Santos Inchusta Sanz. Este falleció en abril y Navascués se vistió de luto. De aquella primera familia, de padres y hermanos, el único que está vivo soy yo. Por eso este comentario está envuelto en un auténtico pésame. Ni que decir tiene que agradezco a mi DIARIO DE NOTICIAS que me permita comunicarme de esta manera con ella. La virgen del Pilar la acogerá en su seno que, por cierto, es patrona de la Guardia Civil y, si se empeña, la llevarán en volandas al reino de los cielos.