En la zona vascófona de Navarra la convivencia ha mejorado mucho durante los últimos años y el bilingüismo está también cada vez más asumido.Pero aún hay bastantes ocasiones en que, de forma consciente, se trata de eludir la normativa. A lo largo de los meses un vecino puede llamar por teléfono a su centro de salud para pedir diversas citas y encontrarse con que la persona que atiende por teléfono no es capaz de responder en euskera (cuando, desde años, ese servicio estaba ya asegurado). O acudir a otras dependencias del Gobierno de Navarra situadas aquí, con el mismo resultado. No se trata de puestos de trabajo que exijan una gran especialización. Hay muchas personas con un perfil bilingüe que podrían desempeñarlos. Pero esa falta de respeto se da, con frecuencia, también por la otra parte. Estuve en la entrada de un local municipal a donde suele concurrir mucho público. Se ve que están concienciados con la pandemia del covid-19, porque desde un mismo lugar pueden verse varios ejemplares del mismo cartel, de gran tamaño, donde se repiten las instrucciones sobre mascarillas, limpieza de manos y restantes precauciones a adoptar. Eso sí, todos ellos están únicamente en euskera.Creo que los ciudadanos debemos poner de manifiesto estas deficiencias, para que no se repitan en el futuro.