Muchas veces hemos hecho la caricatura de “Dos solos, tres cortados (uno de ellos con Baileys), dos con leche, descafeinado de máquina corto de café, descafeinado de sobre con leche... Ah, y un americano y dos carajillos (uno con coñac quemado y el otro con ron sin quemar) para la 4”, para hacer el chiste de que el camarero, en medio del jaleo de unos almuerzos, pondrá todos iguales y que les den. El barista de Legarda, a la vista del jaleo de cenas que estaba organizado cuando entraron en el bar, hizo mal en no concretar su pedido de “un café solo, largo y con hielos” sin especificar cómo de solo, cuán largo y con cuántos hielos debían ponérselo. Y evitarse así la bronca posterior. De cualquier manera, está bien hecha la pregunta “¿qué es un café solo, largo y con hielo?”. Porque a mí no se me ocurre otra respuesta que un estafermo (en una de sus acepciones, por cierto, cafetera).