KLP, el mayor fondo de pensiones noruego, anuncia que excluye de sus campañas de inversión a 16 empresas que mantienen relaciones con empresas israelitas en Cisjordania, pues "existe un riesgo inaceptable de que estas compañías contribuyan a violaciones de derechos humanos". Son entidades que están vinculadas con la construcción de colonias en territorios palestinos ocupados. El fondo es sensible al plan BDS (Boicot, Desinversión y Sanciones) que promueve la política de denuncia de la presión mundial que apoya al expansionismo sionista en Palestina que impone la expulsión de los palestinos de sus territorios por la fuerza apoyados por el ejército y la policía que provocan destrucciones de viviendas y que son reconstruidas por esas empresas denunciadas por el mencionado plan BDS y ocupadas ilegítimamente por violentos colonos israelitas. El sionismo más virulento desarrolla una política de enfrentamiento contra quienes apoyan el boicot a la expansión y en España se han producido varios episodios llamativos como la denuncia pública de la vasca CAF por no renunciar a la realización del proyecto del ferrocarril que atraviesa territorio palestino y del que las principales competidoras mundiales se han retirado prudentemente. También se intentó que un equipo de baloncesto israelita no tomara parte en un campeonato en el que debería enfrentarse al Baskonia en Gasteiz. El caso de KLP es más llamativo, pues supone una denuncia a nivel mundial que materializa un fondo de dimensión mundial con el mensaje que ello proyecta en contra de la arrogancia y amenaza que exhibe el sionismo mundial que se ve fortalecido por el patrocinio inmoral del lobby judío que tiene penetradas las instituciones relevantes de los Estados Unidos. Es una novedad esperanzadora porque proyecta una visión diferente, tanto en lo cuantitativo como en lo cualitativo, que ya ha provocado la reacción virulenta de las autoridades israelistas.