Al igual que ocurre con el ser humano, cuando el foco de atención o escándalo se centra en un solo individuo, en este caso un animal, la alarma social es mayor. De la misma manera, cuando este protagonismo es compartido por una multitud de individuos, esa atención se diluye. En fechas recientes conocíamos el caso flagrante de maltrato animal y muerte hacia un ganso en la localidad de Lekunberri. Este animal sufrió a manos de unos menores la peor de las torturas, acompañado de un ensañamiento difícil de describir. Lógicamente, nos llevamos las manos a la cabeza ante este tipo de delitos. Sin embargo, el coste penal ante situaciones como esta resulta ridículo.En ese momento sale a relucir la doble moral de la sociedad, cuando olvida que cada año, y sólo en España, más de un millón cien mil patos y gansos son sometidos a explotación mediante una alimentación forzada, generando así un hígado hasta diez veces superior que en su estado natural. Hace escasos días se organizó una concentración en repulsa de este crimen, concentración a la cual ningún miembro de dicho consistorio hizo acto de presencia. Del balcón de este ayuntamiento mencionado cuelga una especie de tela donde se puede leer que dicho municipio está en contra de la violencia machista. Sin embargo cabe preguntarse, ¿acaso el abuso y maltrato animal no es violencia? ¿es de diferente categoría esta violencia dependiendo de a quien se aplique? El Ayuntamiento de Lekunberri se limitaba a rechazar lo sucedido con este animal. Sin condena ninguna y preocupado tan solo por la imagen de la localidad y no del bienestar de dicho animal ante la difusión por redes sociales del vídeo donde se aprecia claramente la cobardía de dicho maltrato.Hoy en día infinidad de municipios a su entrada colocan orgullosos una señal informativa de que dicha localidad no tolera las agresiones sexistas. Agresión es violencia, independientemente de la víctima. Así pues, ¿en qué momento considerarán oportuno los diferentes consistorios que el maltrato animal también violencia?

* Presidente y miembro de la Asociación Libertad Animal Navarra