uando pensamos en la precariedad laboral de los/las docentes lo primero que nos viene a la cabeza es la situación de las personas en situación de interinidad. Sin embargo, hay otras situaciones poco conocidas y no menos sangrantes, que se dan entre profesorado funcionario. En este caso, voy a hacer referencia a la situación del profesorado en expectativa de destino, es decir, con plaza pero sin destino definitivo y, más concretamente, me voy a referir al del cuerpo de secundaria de la especialidad de Música, al que pertenezco.

El Departamento de Educación, en la oferta pública de empleo de 2010, sacó a concurso-oposición un número elevado de plazas en esta especialidad, que excedía, con mucho, las necesidades reales en aquel momento. Como consecuencia de esa mala planificación, todavía hoy, 11 años después, 8 de mis compañeros/as siguen sin tener el tan ansiado destino definitivo. Quien lea esta reflexión se preguntará qué importancia puede tener ese hecho si poseen trabajo fijo. Pues la tiene y mucha. Esa falta de destino definitivo:

- Impide que puedan participar en el concurso de traslados a nivel nacional, que se celebra cada dos años, y para el que es requisito indispensable. Desde 2010, al menos 5 personas de la especialidad de Música hemos llegado a Navarra procedentes de otras CCAA.

- Hace que los puntos acumulados anualmente sean inferiores al del profesorado con destino definitivo, por lo que se ven en desventaja a la hora de concursar, tanto a nivel nacional como autonómico. Así, una persona con menos antigüedad y que trabaje en otra CCAA podría tener más puntos que mis compañeras/os por el simple hecho de tener destino definitivo allí y, por tanto, podría obtener una plaza en Navarra antes que algunas/os de ellas/os, por lo que el problema se alargaría en el tiempo.

- Dificulta la participación en proyectos en sus centros provisionales, al no tener asegurada la continuidad (cada curso tienen que elegir el centro donde desarrollarán su docencia).

Desde la Asociación de Profesorado de Música de Navarra (Apromusna-Namusire), de la que soy miembro, se ha denunciado en varias ocasiones esta situación ante el Servicio de Inspección Educativa, del Departamento de Educación (la última vez hace solo unas semanas) y, aunque siempre nos aseguraron que iban a estudiar nuestras propuestas, el borrador de vacantes provisionales para el actual concurso de traslados autonómico deja claro que no ha sido así, porque tan solo salen 3 plazas, 2 por euskera y 1 por castellano... Una auténtica ridiculez. Desde el Departamento de Educación se vuelve a ignorar la problemática, por no hablar de que tampoco la propuesta de vacantes ofertada da opción a que podamos trasladarnos los/las que ya tenemos destino definitivo. Y no puedo dejar de preguntarme por qué no sacan más plazas como plantilla orgánica de los centros, porque la realidad es que hay varios en los que de forma sistemática en los últimos 5 años en su plantilla de funcionamiento ha quedado demostrada una necesidad de profesorado de música, que no se está cubriendo con personal funcionario definitivo, como les hicimos ver en el informe que presentamos. ¿Será por presión de las direcciones de los centros? No tengo duda de que en muchos casos es así, pero también lo es que ha habido algunas que han pedido que se saque vacante de música en su centro y la inspección lo ha desestimado. Sea cual sea el motivo, mi petición es clara: saquen más vacantes, aunque luego las tengan que amortizar. Coloquen al profesorado que se encuentra en expectativa en un destino definitivo, docentes que con mucho esfuerzo sacaron su plaza hace 11 años. Y, como consecuencia, faciliten el poder volver a concursar a los que tiene su destino en propiedad y quieren cambiarlo. Por una vez, ¡por Dios!, miren a futuro, tengan en cuenta las jubilaciones cercanas, porque detrás de lo que para el Departamento de Educación son simples números hay personas con nombres y apellidos que esperan, incluso, poder vivir de nuevo con sus familias en otra CCAA.

*La autora es profesora definitiva de Música del IES Sancho III El Mayor (Tafalla)