Los fondos de inversión privados, que no conocen otro principio que el del dinero y cuyas decisiones se toman únicamente en función del máximo beneficio económico, deben apartarse de la gestión de servicios esenciales en Navarra. El Gobierno Foral tiene que asumir que asociarse con empresas que cotizan en el extranjero es un modelo negativo para residentes, trabajadores y sociedad.

A día de hoy en Navarra hay más de 500 trabajadoras de los centros de discapacidad que no han recibido la subida salarial prevista y firmada para este 2022. La frustración, el descontento que las empleadas sentimos por este tipo de prácticas de las empresas es inasumible para cualquier sociedad que tenga como objetivo regirse por los principios del bienestar hacia la ciudadanía. En este sentido, lo que denunciamos es que las empresas paguen lo firmado. Concretamente, la subida salarial del 6,6% para este 2022. Este retraso, que lleva produciéndose ya nueve meses, demuestra una desidia administrativa y empresarial inaceptable.

De las cuatro empresas que operan en los centros de discapacidad de Navarra, dos han pagado con retraso las subidas salariales a la plantilla. Por otra parte, Domusvi y Avanvida siguen con los sueldos congelados, incumpliendo el pacto que se alcanzó de cara a este 2022.

Sin embargo, cada uno de nosotros tenemos un papel relevante a la hora de permitir la presencia de este tipo de empresas en los servicios básicos. Se trata de una batalla cultural. Si jamás permitiríamos una subcontratación del Hospital de Navarra a cualquier marca sanitaria privada, ¿por qué normalizamos que fondos de inversión opacos que cotizan en el extranjero gestionen los servicios básicos de la dependencia? Permitirlo supone la merma de las condiciones colectivas de vida. La ciudadanía y en especial las clases populares deben exigir que los impuestos que se pagan repercutan directamente en más y mejores derechos. Desgraciadamente, hoy, fondos de inversión privados que gestionan la recaudación colectiva son eslabones necesarios para la gestión de algunos servicios esenciales.

La solución pasa por fortalecer el Estado del Bienestar, generando ingresos que proporcionen al conjunto de la población unas mínimas condiciones que permitan una vida digna. El Gobierno de Navarra, y también el Ejecutivo central, no deben ni pueden permitirse delegar estos servicios en empresas que no disponen de una mínima conciencia colectiva y que, además, vulneran los derechos de los trabajadores navarros. A privatizar llegará la derecha con su afán de imposición del libre mercado. Los gobiernos tienen menos de un año para diferenciarse de la propuesta neoliberal.

*Firman esta carta: Delegadas de CCOO en Oncineda: María Echeverría, Marianela Ponce, Ana Valencia, Laura López y Andrés Ceniceros. Las Hayas: Mari Jose Caneda. Valle del Roncal: Anabel Díaz. Infanta Elena: Juana María Areso. Centro Atalaya (Tudela): Carmen Diago. Residencia Carmen Aldave: Laura Borrego de la Fuente y Carmen Aldave: Salomé Jiménez