Un grupo de alumnos de ciencias de 4º de ESO del colegio La Compasión Escolapios, situado en el barrio de la Rotxapea, nos hemos dado cuenta de la importancia de un científico que la mayoría de la sociedad navarra no conoce bien, y hemos realizado un proyecto escolar para investigar un poco más a fondo sobre este personaje histórico. Hablamos del Premio Nobel de Medicina de 1906, Santiago Ramón y Cajal, nacido en nuestra tierra, concretamente en Petilla de Aragón.

Para este proyecto hemos contado con la inestimable ayuda de Juanjo Rubio, director de la Unidad de Innovación Social y apasionado de la vida de Cajal. Contactamos con él y desde el primer momento estuvo interesado en ayudarnos, mostrándonos aspectos increíbles de la vida de Cajal. 

El nombre de Santiago Ramón y Cajal le suena a todo el mundo; pero la mayoría de las personas poco pueden decir de él. Tal vez que fue un famoso médico; sin embargo, desconocen su investigación científica en el campo del cerebro, ya que fue él quien descubrió la independencia de las neuronas. Por este motivo y muchos otros, es considerado el padre de la neurociencia.  

Tampoco se conocen otras cualidades muy variopintas de este científico. Santiago poseía gran talento artístico, era un gran dibujante, además de fotógrafo. Fue, asimismo, uno de los primeros culturistas de España; levantaba pesas, razón por la cual tenía un físico espectacular. Además, distinguía las diferentes especies de aves, llegando incluso a censar los nidos que rodeaban su casa.

Para dar a conocer más su vida, hemos realizado un podcast que os invitamos a escuchar en plataformas como Ivoox y Spotify con el título de 100 Grados Kelvin. También hemos planificado una charla impartida por Juanjo Rubio, a la que todo el alumnado de 3º y 4º ESO de nuestro colegio puede asistir con el fin de aprender un poco más sobre este ilustre científico y el sistema nervioso.

Para dar por concluido este proyecto, hemos escrito esta carta con la intención de que se despierte la curiosidad por nuestro Premio Nobel navarro y que se le valore como se merece.