Como profesional, y también como ciudadano, estoy asistiendo con preocupación la huelga médica. Sabemos bien que tenemos un deber ético con la sociedad, y por ello cuando se toma la decisión de ejercer el derecho a la huelga se hace como último recurso y habiéndolo valorado previamente. Con esto se quiere hacer una llamada urgente de atención para solucionar las desigualdades y recuperar los recortes acumulados durante años. Es, ni más ni menos, que pedir el mismo trato ofrecido en provincias limítrofes. ¿Deberíamos, en cambio, asistir pasiva y calladamente al deterioro progresivo de la atención sanitaria en Navarra? 

Se generan informaciones criticando las peticiones de mejora salarial, pero poco o nada se lamenta el continuar manteniendo una diferencia tan grande respecto a otras autonomías. Puede llegar un momento que, entre jubilaciones y falta de alicientes para reponer la fuga de profesionales, para conservar el derecho a una atención sanitaria pública de calidad haya que desplazar a los pacientes a otras regiones, o camuflar una mala atención con maquillaje estadístico.

También lamento profundamente los intentos de enfrentar a los médicos con los compañeros de otras categorías sanitarias. En lo que, en circunstancias normales, coincidiríamos todos que es una reclamación justa frente a la patronal, ésta es menospreciada como una exigencia clasista. Todos buscamos el mismo bien común, que es una atención sanitaria de primera clase para la población navarra. Es por ello que estoy muy orgulloso de poder trabajar con unos equipos excelentes. Solo puedo hablar desde mi limitado punto de vista, pero pondría como ejemplo las áreas de urgencias, de cuidados intensivos, y la de obstetricia, las unidades quirúrgicas y de reanimación, la endoscopia digestiva, la unidad de ictus (reconocida a nivel europeo), y el trabajo que se hizo durante la pandemia covid (no hablaré por mí, pero sí que presencié algunas actuaciones literalmente heroicas). Y ese trabajo no puede salir adelante más que entre todos. Por favor, que no se creen conflictos. 

Termino con mi deseo de que se recupere lo antes posible la normalidad.

*El autor es médico especialista (Hospital Universitario de Navarra)