El PP, por si pudiera gobernar, ya allana el terreno a los pactos con Vox. Por eso Feijóo, anclado en el XIX, continúa la cacería de la ministra Irene Montero iniciada hace años por sectores consagrados a negar el machismo -muchos en su propio partido y una inmensa mayoría en Vox-, y proclama engreído que “no hace falta un Ministerio de Igualdad, no estamos para esto”.

¿No? Abra bien los ojos y destierre los estereotipos. Ahora fíjese en cuanto hay a su alrededor: en la representación de las mujeres en la sociedad, la brecha salarial, los consejos de administración, los techos de cristal, la pobreza de género, las tareas domésticas, los asesinatos machistas, las violaciones grupales, la violencia hacia ellas, la conciliación familiar, peores empleos que acarrean pensiones bajas, la prostitución…

Señor Feijóo, mientras no se dé un cambio social que erija un mundo libre de patriarcado y machismo, en el que la igualdad real sea para todas y todos, este Ministerio seguirá siendo inexcusable.