El pasado domingo 25 de junio a las 9 de la mañana salí de casa con mi bicicleta de montaña con la intención de disfrutar del día fantástico con el que había amanecido, pero desgraciadamente a los 20 minutos en Esparza de Galar, justo cuando acaba el casco urbano y empieza el camino rural, un perro seter suelto salió a toda velocidad del campo e hizo que el día se torciera con una fuerte caída con consecuencias importantes. Enseguida, tras la llamada al 112, aparecieron la Policía Foral y la ambulancia correspondiente que me atendieron con una profesionalidad y una empatía digna de resaltar. De ahí al complejo hospitalario y ahí ya bajo la tutela del doctor Antxon, no recuerdo su apellido, y enfermeras el trato profesional y humano fue maravilloso. Tras la vuelta a casa a las 16 horas, a los pocos minutos hubo que llamar al 112, que me atendieron en el domicilio y me trasladaron de nuevo al complejo hospitalario. La actuación en los mismos términos que antes he comentado. Como conclusión y tras todas estas actuaciones que así dieron fe de ello, no puedo sino sentirme muy orgulloso del sistema sanitario del que disponernos en Navarra, así como de sus profesionales sanitarios.