Es una vergüenza que tanto políticos como policías sólo se preocupen de aumentarse los salarios. Y la ciudadanía les importa una mierda. ¿Cuándo se van a preocupar de hacer cumplir las ordenanzas que ellos mismos, obligados por las necesidades del momento, han tenido que hacer, dicen que para protección de la convivencia ciudadana? Ya no son solamente el parking de la plaza de la Cruz, la pasarela del Labrit o el paso de la avenida de Navarra en San Jorge, ni el nombre y color de los partidos, añadan los miles de bicicletas y patines que, incumpliendo las ordenanzas, tenemos que sortear cada día en las aceras, a la espera de próximos accidentes, y quién sabe si tal vez muertes del elemento más débil de la ecuación (los peatones).

¿Cuando va por fin policía municipal a enarbolar una campaña de cumplimiento, con sanciones reales (que son las únicas que la ciudadanía entiende), de las ordenanzas de movilidad que sus jefes (los políticos) han hecho para que no se cubran de polvo en los cajones? ¿Acaso saben cuantos ciudadanos nos hemos visto envueltos en sustos al salir de nuestros portales y el temor que nos provoca hasta ir a comprar el pan? ¿Acaso saben que no podemos ni siquiera decir a los infractores que vayan a la carretera a circular y nos dejen las aceras, sean más anchas o más estrechas, a los peatones que en ocasiones incluso con bastones y muletas tenemos que andar por ellas?

Pero, como dice reconocer Carmen Alba, “las bicicletas son un éxito y las usan muchas personas”. Por eso quieren duplicar el número de las mismas. Doble de peligros y problemas para los ciudadanos, si antes no se preocupan de hacer cumplir las ordenanzas, y trasladar los peligros a quienes en verdad corresponda (los vehículos que vean incrementadas la bicicletas circulando). Estoy seguro de que, teniendo un coche detrás, no circularían con las manos en el teléfono o haciendo caballitos. Y los policías que te puedas encontrar en el camino que no escurran el bulto porque no les han encomendado esa tarea, y atiendan al ciudadano. Luego cuando todo esté bien regulado, si tienen que duplicar el número de bicicletas, háganlo. Y ya tendrán tiempo de debatir, que seguro es necesario y quién debe pagarlo.