El día 15 de diciembre mi marido tenía consulta con su médica de familia. Se levantó mareado y prefirió que vinieran a casa a verle. Llamé al consultorio de Arizkun para avisar a su médica y enfermera, Mirentxu y Agurtzane. En cuanto quedaron libres vinieron a casa y todo lo bueno que pueda decir de las dos se queda corto. Le trataron con todo el cariño del mundo y pusieron todo su conocimiento a su servicio. Hubo que llamar a la ambulancia y aquí una vez más le hicieron todo lo que pudieron y más. Intentaron reanimarlo. Llamaron al helicóptero y como la reanimación no tuvo éxito, no se pudo hacer nada más.

No puedo expresar con palabras, la entrega, el cariño y todo lo que hicieron para salvarlo.

Nuestro agradecimiento más caluroso por el buen hacer de nuestras sanitarias y sanitarios, así como de los técnicos de ambulancias.

*Mari Cruz Goñi y su familia