“Eliminar discriminaciones con propietarios de viviendas colectivas e individuales que pagan vado” este es el argumento o al menos uno de ellos, y parece que el principal, que aduce el Excelentísimo Ayuntamiento de Beriáin para establecer la obligatoriedad de poner un vado. Pues, mis disculpas señor alcalde, pero prefería el afán recaudatorio. Y se lo explico: si el pueblo en el que he elegido vivir necesita incrementar la recaudación para el bienestar de su vecindad y ofrecer mejores servicios puede usted contar conmigo. No es necesario que me obligue a ejercer un derecho que no necesito.

Pídame los euros que considere a través de la contribución y los impuestos municipales, y haga buen uso de ellos. Pero tener que escuchar que lo que busca es eliminar discriminaciones, lo siento pero no. Yo no tengo necesidad de vado porque decidí vivir, permítame la expresión, en el culo del mundo. Y en este culo, llamémoslo zona residencial, no hay servicios, con lo cual no necesitamos vado. Porque excepto mis vecinos/as y sus visitas a nadie se le ocurre venir a aparcar el coche a la puerta de mi casa. Y afortunadamente somos personas respetuosas que nos dejamos paso libre sin necesidad de carteles en las puertas.

Si lo que usted quiere es eliminar discriminaciones puede poner servicios en los alrededores de mi vivienda: un colegio, un centro comercial, un polideportivo... Cuando la gente que venga a comprar el pan o a jugar a pádel aparque en la puerta de mi casa seré la primera en solicitar vado, o en mudarme, pero eso ya será otra cuestión.

Obligar a lo que yo considero un derecho, que además va a reducir las plazas de aparcamiento creando un problema donde no lo hay, creo que no elimina ninguna discriminación. Obligar a ejercer un derecho a más de 300 personas y las que faltarán por expresarse, me parece grave. Aún mucho más cuando se obliga a ejercer un derecho para el que en la actualidad no hay servicio y que darlo puede suponer un gran coste extra para las arcas públicas. Y ya, que el argumento sea igualar, resuena a argumentos rancios de villarriba y villabajo que creía perdidos en los 90. No necesito vado porque a nadie se le ocurre venir a aparcar a la puerta de mi casa, porque estoy orgullosa de tener un vecindario que respeta y es respetado. No tengo ni quiero un vado, simplemente porque no lo necesito. Y si viviera al lado de una farmacia, una panadería o un colegio pondría vado porque no tenerlo supondría un riesgo que no querría asumir. Y esto no es discriminatorio, es de sentido común. Trate de responder a las necesidades del pueblo, y concretamente a las urbanísticas, que son muchas. Y deje de gastar el tiempo que todos y todas subvencionamos para arreglar lo que no está roto.