Hola Maider, he leído tu carta en este periódico. Que sepas que a mí me pasó algo parecido a lo que cuentas, también dos agentes de la Guardia Civil (de nueva hornada) se inventaron una multa conmigo. Me adelantaron con la sirena azul encendida, me pararon, me pidieron la documentación del coche, me solté el cinturón de seguridad para poder alcanzarla y me multaron con todo el morro porque llevaba suelto el cinturón. De película de risa... o de terror. Su palabra contra la mía.
No me dio la gana de aceptar tal mentira e hice una reclamación a sabiendas de que no había nada que hacer y encima tendría que pagar la cantidad total de la multa en vez de beneficiarme del pronto-pago. Y tres puntos. ¿A quién les llegan las reclamaciones? ¿A los propios agentes que ratifican los hechos (faltaría más)? Absurdo.
Escribí un correo electrónico a la página de la Guardia Civil contando los hechos y pidiendo que, por favor, llevaran a esos agentes al oftalmólogo. La respuesta fue que si no estaba conforme que pusiera una reclamación. Como ves, no es tan raro lo que te ha sucedido, seguramente somos bastantes más de lo que pensamos. Ya sabes, mal de muchos, consuelo de todos. Un abrazo.