El pasado 22 de diciembre me fui a comer con dos amigos y, tras la sobremesa, cambiamos de sitio ir a tomar un café.
Lo ocurrido transcurrió en la avenida de Don Marcelo Celayeta, del barrio de la Rotxapea, entre los números de la calle 128 y 99, entre el restaurante chino Sur y el parque de Los Enamorados de dicho barrio. Entramos al bar y me di cuenta de que me faltaba el móvil, con la tarjeta de crédito y 50 euros. Era un día frío, lluvioso y con fuerte viento, por lo que tuvimos un episodio de esos en los que te peleas con el paraguas, momento en el que se me habría caído el móvil sin que ninguno de los tres nos percatáramos. Uno de los amigos llamó enseguida a mi número y contestó un agente de la Policía Municipal. Por suerte, lo tenían ellos. En un par de minutos se acercaron a donde estábamos y me lo devolvieron todo intacto. Sin dudarlo, pregunté por la persona que lo había encontrado para darle las gracias pero me dijeron que no les había dado ninguna información y que ellos no podían preguntar.
A través de estas líneas, quiero agradecer personalmente a la chica o mujer que lo encontró y desearle un muy feliz año nuevo. Lo mismo para los agentes de la Policía Municipal que lo custodiaron y me lo devolvieron. Está claro que hay personas buenas en el mundo. Urte berri on!