Aunitz Urtez! D. Florencio. El día 10 fue el cumpleaños del arzobispo de Iruña. Un obispo maño. Un tipo humilde y sencillo. Un hombre de Francisco. Francisco es uno de nosotros. Florencio huele a preso. De apariencia fría y porte simple, su alma alberga un gran amor a los pobres. Florencio es un obispo de los pobres. Su autoridad de ellos procede. Espléndida su carta para la Jornada Mundial de los Pobres. Magnífica su homilía al Colegio de Abogados en su fiesta. Evangelio puro. Con mando en plaza. De mirada penetrante y abordaje sin ambages, destila cierto sufrimiento por la injusticia de la pobreza. Como si hubiese sido traspasado por ella. Recuerda a otras miradas de mártires por la justicia. Mi obispo maño destila austeridad. A ver si pone a la Iglesia navarra en proceso de desposesión y despojo económico. Le apoyamos D. Florencio, críticas incluidas. No somos aduladoras ni pertenecemos a sus corifeos. Somos parias. Tengo dudas sobre su euskaldunización. De sobra sabemos qué es aprender euskera. Nadie como los euskaldunes le comprenderemos. No le exigimos que aprenda euskera. Se trata de inculturación, no de colonización. Grandísimos ejemplos de ella sus hermanos obispos Casaldáliga, Proaño, Samuel Flores. Mírelos. Una diócesis bilingüe en documentos, portavocías, medios de comunicación y pastoral social poniendo en valor el euskera como una cultura minorizada, minoritaria e históricamente arrasada. El euskera como nexo de unión entre creyentes -si de verdad se tiene en cuenta a los pobres- y factor aglutinante con quienes dicen no creer. El Evangelio de Jesús proclamado en euskera en las catedrales de Iruña y Tutera. Una experiencia teologal, kenótica, de encarnación, no una mímesis de las vivencias españolas. Ni meras traducciones hipócritas. La Iglesia navarra necesita una metanoia de euskaldunización. Lamentable y antievangélica su postura con el euskera con honrosísimas excepciones. Confío en usted. Con el tiempo que haga falta. Con la pedagogía adecuada. Querido arzobispo: “El Ebro guarda silencio al pasar por el Pilar; la Virgen está dormida, no la quiere despertar”.