Transporte Urbano Comarcal: muchas palabras, pocos hechos
La MCP, así como otras tantas administraciones, no hace una apuesta real por este servicio, sino un mero trámite...
A menudo oímos por parte de los responsables políticos su apuesta por un transporte urbano de calidad, pero estas palabras distan mucho de la realidad que vivimos en la práctica. La Mancomunidad de la Comarca de Pamplona, así como otras tantas administraciones, no hace una apuesta real por este servicio, sino un mero trámite de dejar la gestión del transporte urbano en manos de empresas privadas que con el objetivo de lograr mayores beneficios recortan de mantenimientos, condiciones de la plantilla y calidad del servicio.
Mantenimiento muy deficitario
Es lamentable vivirlo desde dentro y ver cómo un servicio público se ha convertido en un negocio. Autobuses eléctricos, que según ellos vienen impuestos de Europa, pero que no dan ni de lejos el rendimiento necesario para un servicio de transporte urbano. Una flota con un mantenimiento muy deficitario. Unas ayudas al transporte que lo único que generan es con el mismo número de autobuses llevar a muchísima más gente, empeorando la calidad del servicio.
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Unas vías por donde circular que para nada están en la mayoría de los casos adaptadas a las dimensiones de los autobuses, ya sean rígidos o articulados. Unos carriles bus que lo mismo sirven para carga/descarga de camiones de reparto que para adelantar en momentos de atasco a los vehículos particulares...
Carga de trabajo
A todo esto se añade un continuo aumento de servicios tanto de refuerzos como nocturnos a costa de los conductores y conductoras del TUC, que sufren una merma significativa de sus condiciones laborales. Llevamos años con un aumento considerable de la carga de trabajo por los continuos récords de viajeros, de los que tanto saca pecho el presidente de la MCP, mientras están intentando recortar salarios y derechos de la plantilla.
Es más, ni tan siquiera quieren garantizar el poder adquisitivo de los conductores y las conductoras del transporte urbano comarcal, que sufren una carga de trabajo brutal en los últimos tiempos. Eso sí, de la boca de todo buen político siempre oiremos eso de: apostamos por un transporte urbano de calidad.
Ojalá estos políticos cumpliesen con su palabra y estas empresas que vienen con el único fin de ganar dinero se les pusiese limite, más tratándose de un servicio público.
*Delegado de UGT en el comité de TCC