Tengo gente conocida que ha estado de acampada en un lugar bucólico del valle de Baztan. Esta acampada no era una salida lúdica, era un intento de proteger ese entorno, situado cerca de una localidad de unos 250 habitantes, y para el que hay un proyecto de construcción de un hotel de 4 estrellas, una urbanización de 228 viviendas y un campo de golf.

Yo también soy de un pueblo pequeñico y me horrorizaría que al lado nos construyeran algo similar a lo que he descrito, porque nuestro pueblo dejaría de ser un pueblo.

Ley Mordaza

En el transcurso de esta acampada llegó la maquinaria que debía comenzar a roturar el entorno y en un momento dado se encontraron frente a frente excavadoras con tiendas de camping, y esta situación que pareciera salida de una escena de película (estilo Los romanos en la Galia) ha llevado a que 7 de las personas acampadas sean procesadas por “pertenencia a banda criminal”, y se enfrenten a penas de 20 años de cárcel y al pago de 56.000 euros de indemnización a la promotora del proyecto.

Esto que contado así parece una exageración, en base a la polémica Ley Mordaza, es legal. Es legal pero no es justo (la esclavitud era legal pero no fue justa; el que una mujer no pudiera abrir su propia cuenta bancaria también era legal pero no era justo…).

No confundir

Es una frase hecha la de que “la ley está hecha para cumplirla”, pero la aplicación de la ley está sujeta a la interpretación de personas (los jueces), en los que confiamos que en este caso no confundan con criminales a personas que lo único que hicieron fue plantarse delante de la especulación para defender un pedazo de su tierra.

En manos de los jueces está el fallar a favor de la aldea Gala (ocurrió en el pueblo de Lekarotz, en medio del valle de Baztan), o con el potente ejército romano (la promotora del proyecto Palacio de Aroztegia, S.L.).