Papá, me debes un retrato
Kaixo, papá, ¿qué tal estás? Espero que bien. ¿Te acuerdas cuando te dije que me hicieras un retrato al óleo con la bandera de Osasuna y un gorro rojillo? ¡Todavía estoy esperando!
De repente me doy un paseo por casa, por tu casa, y me encuentro con la abuela Bibiana, con la mamá, con Patxi, con Nerea, con Puy. ¡Papá, eres un artista!
No sé cómo llego hasta la catedral y me tropiezo con sus claustros y sin saberlo aparezco en la Concha de Donosti. Y en la foz de Arbayún. Ando un poco más y diviso a lo lejos la torre de San Cernin y llego a la plaza de San José y a San Miguel de Aralar y disfruto viendo más paisajes de nuestra querida Nafarroa.
No sé cómo me encuentro con limones y membrillos y con La chica de la perla o con un cuadro de Sorolla y también con Velázquez y con Beethoven. Y de repente escucho música de Verdi, de Bach, de Handel…
Papá, ¡pero no encuentro mi retrato rojillo! ¡Algún día me lo harás!
¡Te queremos mucho! ¡Nunca te olvidaremos! Tus nietos van creciendo y Marian y Paco también se acuerdan de ti.
Agur, papá! Besarkada haundi bat!