Declaraciones que matan

No quería escribir sobre la pancarta del gordo, dado que ha pasado una semana y todo el mundo ha mostrado ya en Navarra su rechazo y hastío al gesto de apoyo de hinchas del Sevilla a uno de los presuntos autores de la violación múltiple de los últimos Sanfermines. Pero es que hay declaraciones que matan.

A Osasuna le faltó el tiempo para expresar su repulsa y su enfado porque en un encuentro, el equipo visitante exhibió banderas con laureadas y, en otro, un cartel con el mote de un presunto agresor sexual y la policía, tan diligente para retirar según y qué a los aficionados osasunistas, no actuó. Por el contrario, el presidente del Sevilla insistió en que el letrero no significa nada y el alias puede referirse a cualquiera. Ponía gordo, “como si pone canijo”, dijo. Señor Castro, vaya a las gradas de El Sadar, o de otros estadios de fútbol, mostrando un mural con el apodo de, por ejemplo, un etarra y verá lo rápido y detenido que sale de allá.

Claro que estas manifestaciones tienen su lógica, en tanto que la puñetera pancarta lleva rulando toda la temporada por varios puntos del Sánchez Pizjuán y ni aficionados, ni directiva, ni las fuerzas del orden parecen haberla visto y, lo que es peor, a nadie le ha molestado.