barkos: “Debemos responder como institución a los compromisos adquiridos como institución”. ¿Por qué el Gobierno del cambio es tan renuente a cambiar el proyecto de Salesianos? “A nadie del cuatripartito nos satisface este proyecto, pero es legal”. Los nubarrones de la polémica oscurecen este Sol de Medialuna, proyecto ganador del concurso fallado hace más de tres años. UPN lo dejó atado en los estertores de su mandato (18-06-2015). Todo el proceso administrativo subsiguiente ha recaído en el cuatripartito y “los riesgos jurídicos y económicos han hecho inviable su modificación”, según Nasuvinsa, la sociedad pública de suelo y vivienda. Lo que se ha podido modificar del convenio suscrito en su día ha derivado en “beneficios sociales”, presumen portavoces del Ejecutivo y de Geroa Bai. Armonizados en la consigna. Lo social, cataplasma icónica de Barkos. Todo lo impregna. Un mantra sosegador. La modificación urbanística partió de un objetivo: financiar el traslado del centro de Formación Profesional de Salesianos a Sarriguren. El Gobierno de UPN (2013) se arrogó las competencias municipales mediante el procedimiento de un PSIS (herramienta urbanística excepcional). Aumento del volumen edificable (20%), alteración de la edificación de la zona (torres) y condonación del porcentaje obligatorio de vivienda protegida. Para que salieran las cuentas, aunque se violentara la ordenación municipal vigente. El planeamiento urbanístico, subsidiario de la recaudación. Ingeniería urbanístico-financiera. Todo el jurado, por unanimidad, consideró que este proyecto “ordena los volúmenes según un esquema de líneas paralelas a la dirección norte-sur, dentro de la traza básica de las manzanas del Ensanche, y establece continuidad entre la ciudad y el paisaje que limita al norte”. Las cifras manejadas como indemnización no son disuasorias ante una desfiguración grave de la identidad visual de la ciudad. ¿Cuál es el porqué real de este conformismo?