La guerra en Siria ha cumplido siete años y este terrorífico conflicto ha provocado ya la muerte de más de medio millón de personas y el sufrimiento y la desesperación de su población, la mitad de la cual se ha visto desplazada dentro y fuera de las fronteras del país.
En este tiempo, hemos sentido indignación ante las matanzas, angustia frente a la peligrosa huida que tantos sirios emprendieron a través del Mediterráneo y vergüenza por el recibimiento que Europa les brindó, hasta que nos olvidamos de ellos porque siete años son muchos. Ahora, un grupo de bomberos de nuestra comunidad, miembros de HELP-NA, vienen a recordarnos que los refugiados siguen ahí, continúan llegando a los márgenes de nuestra vida y se mueren aquí al lado de hambre, frío, enfermedades y desesperación. Por ello, además de intentar en cada viaje mejorar un poco la vida de estas personas y de imaginar formas para conseguir el dinero que lo haga posible, estos voluntarios nos piden nuestros viejos móviles para que los miles de chiquillos y jóvenes que viajan sin sus familias, y a los que en los pasos fronterizos les despojan de sus posesiones, puedan contactar con sus seres queridos. Es tan poco que no me resisto a poner aquí su correo de contacto (ongbomberosdenavarra@gmail.com) y desearles lo mejor.