Escuché al alcalde de Pamplona decir esto el martes: "el cumplir esta ordenanza -se refiere a la de movilidad- es extremadamente difícil, extremadamente difícil. Hay que controlar bicicletas, controlar que con unas edades pueden ir por las aceras, con otras no, los límites de velocidad en las calles no solo es poner una señal, requerirían más medidas para que la gente de verdad no pueda correr, barreras? Todavía no tenemos una red de carriles bici que permita una alternativa a ir necesariamente por la calzada. No podemos multar indiscriminadamente, pero a la vez no podemos dejar de hacer cumplir la ordenanza". Esto es dantesco. El máximo responsable de la ciudad te dice que están aplicando una legislación prácticamente imposible de ser vigilada, a la vez te dice que por eso no se ponen a poner multas "indiscriminadamente" -esto no es así, ahora están discriminando a quien la cumple sobre quien no la cumple y sobre todos estamos discriminados los ciclistas frente a los conductores, los menos multados de todos y los que más peligro y resultados negativos ocasionan- y para rematar te cuenta que no por eso pueden dejar de poner multas. Vamos, estás en manos del día que tenga el municipal de turno, de la diosa fortuna, de ser un porcentaje en una sucesión de infracciones -"libre, libre, libre, libre, a este multa para cumplir, libre, libre, libre"- o a saber qué. Si la ordenanza -del anterior ayuntamiento, cierto- es una mierda o la ciudad no puede ahora mismo permitirse por infraestructuras ponerla en marcha, lo suyo es utilizar todas las herramientas a tu alcance para no activarla, pero no puedes decirme que es algo casi imposible y a la vez meter multas, es decirle a los multados que vaya mala suerte la tuya, chaval, mira, ese conductor de ahí que irá a 60 en calle de 30 se libra porque no podemos medirle, venga tú esa pasta por ir por la acera. Es indignante esto.