eí ayer una cosa en Twitter que explica algo que parece obvio una vez que se ha leído pero que hasta que no se ha leído no caes en ello, esa clase de revelación que muchas veces atribuimos a mentes preclaras -"¡es como si me leyeses el pensamiento!"- pero que en la mayoría de las ocasiones es lisa y llanamente observar con calma la realidad, algo que nos falta: los sistemas sanitarios europeos no están diseñados para soportar pandemias. No lo están, sencillamente, porque aquí, en Europa, no se daban pandemias. Los grandes brotes epidémicos del siglo XX y XXI fueron y eran -eran- en Asia, África y Sudamérica. España, por concretar, tampoco es zona de catástrofes naturales. No tenemos tifones, huracanes, terremotos, gravísimas inundaciones€ Nuestro sistema se basa en muchos centros de salud, de atención primaria, prevención y luego, sí, una red de hospitales. ¿Se puede mejorar todo eso? Sí, por supuesto. E invertir más dinero, mejorar los sueldos, eliminar la interinidad, elevar el ratio de camas, de UCI, ampliar instalaciones, reducir listas de espera. Muchos retos, claro, que pasan por fórmulas que desconozco porque si las conociese sería gestor sanitario y no un columnista listillo. Pero para pandemias no teníamos esto preparado, de la misma manera que en Pamplona somos buenos diseñando circuitos de atención sanitaria en encierros de toros y seríamos malos si nos meten aquí de repente una selva tropical y miles de casos de dengue. Lo importante es si una vez este drama aquí, con los -seguro- muchos y graves errores que algunos hayan cometido a nivel político, hay gente -técnicos, gestores, profesionales- capaz de sacarlo adelante y minimizar y curar, que de eso se trata. Y yo creo que sí. Y que la habría con este gobierno en Madrid y en Navarra y con otros. Porque un poco de autoconfianza -no confundir con autoindulgencia- como sociedad no nos viene mal, ¿no?