Barcina anda últimamente lo que se dice sembrada. No contenta con haberla liado parda la semana pasada con aquellas declaraciones a Vanity Fair -por las que se vio obligada a pedir públicamente disculpas- en las que aseguraba que los periodistas conocían las abusivas y opacas dietas de Caja Navarra, pero no preguntaban, este miércoles añadió otras dos perlas para la hemeroteca. La primera es que, ¡albricias!, "Navarra ha salido de la crisis". Dado que esta misma aseveración ya la pronunció su antecesor Miguel Sanz hace cuatro años y todos sabemos en que situación nos encontramos ahora, mejor no abundar mucho en esta frase, a la que ya le dieron réplica el Primero de Mayo hasta los sindicatos de la concertación.
Y la segunda es que para que se vea la ETB en la Comunidad Foral por TDT "hay que cumplir la ley" y trabajar para que "lo que prime sea el interés general de Navarra". La presidenta, que intencionadamente obvia que estas emisiones no están regularizadas porque los sucesivos gobiernos regionalistas no han tenido ninguna voluntad de hacerlo, confunde el interés general con el particular de UPN. Porque estaremos de acuerdo en que el interés general es el que en repetidas ocasiones ha expresado la mayoría del Parlamento foral en las múltiples mociones que ha aprobado para que de una vez se normalice la captación de esta televisión, que a diario sintonizaban más de 100.000 navarros. A todo esto, mañana se juega otra final de pelota, que solo llegará a algunos hogares de la Comunidad Foral y en muchos de ellos con una calidad deficiente de imagen, porque a Barcina no le da la gana que se vea por TDT. Este problema podría estar resuelto desde el pasado mes de diciembre y a coste cero para las arcas forales, pero el Gobierno de UPN de momento se ha encargado de torpedear cualquier posibilidad de acuerdo, solo por el hecho de tratarse de la televisión vasca, no vaya a ser que a alguno/a le salga sarpullido.