Un cara a cara de Iglesias con Rivera en el programa de Jordi Évole; comparecencias diarias de líderes políticos con tono de mitin electoral; listas de candidaturas para Congreso y Senado con nombres repetidos en puestos repetidos; si o no a la conveniencia de un debate a cuatro; Rajoy que elude el encuentro con Sánchez; escándalos que salpican unos y a otros que brotan de repente... Leo los periódicos y todo esto me suena. Ya lo he vivido, pienso. ¿Un déjà vu? Buscó una explicación científica y lo que encuentro más a mano es La ciencia en big bang, el libro de Miguel Ángel Sabadell, astrofísico, doctor en Física Teórica y ameno divulgador que en esta obra consigue transmitir asuntos serios aprovechando el éxito de la serie de televisión The Big Bang Theory. Y, al hilo de esto, copio lo siguiente basado en un diálogo de sus protagonistas: “Penny, aunque suscribo la teoría de los muchos mundos que postula la existencia de un número infinito de Sheldons en un número infinito de Universos, te aseguro que en ninguno de ellos bailo nunca”. De este modo, nuestro peculiar físico teórico (Sheldon Cooper) declina la invitación del Penny a bailar: aludiendo a la hipótesis de los Universos paralelos que propuso Hugh Everett III en 1957.
Si la teoría de Everett es cierta, ahora mismo hay una parte del mundo que vive en una realidad y otra que sostiene una existencia paralela y repetida, pero viajando hacia atrás o, más correcto, instalados en un punto muerto que se retroalimenta. El universo político está en una vía diferente a la del resto de la sociedad, en la que diariamente suceden cosas que, sin embargo, no parecen alterar su ritmo: más anuncios de recortes, abandono de refugiados y asilados, aumentos de agresiones a mujeres; y hasta los animales (corzos, buitres...) parecen haberse rebelado. Mientras tanto, al otro lado, todo continua igual. Sigo leyendo noticias científicas (me ha dado por ahí...) y casi me caigo de culo: “Seremos inmortales”, reza otro titular de prensa. Inmortales no sé, pero algunos en su universo paralelo ya creen que son eternos.