omo en una película seguimos. Hace un año, si no participábamos como protagonistas en algún confinamiento, padecíamos la imposición de la pandemia en todo su duro esplendor, con familiares afectados, amigos en encerrados en casa, idas y venidas de las PCR y conocidos pillados por el bicho, bien pillados. Hace un año, un día de octubre cualquiera elegido al azar, por ejemplo, Navarra registraba 466 nuevos casos positivos de la infección, se hacían 2.719 pruebas por PCR y por test de antígenos, había 17 nuevos ingresos -249 en total- dos de ellos en UCI -37 en total- y también dos fallecimientos por la enfermedad, con lo que número de muertes por esta causa se situaba en 651. Todo un panorama, mientras asustados esperábamos alguna solución, preocupados por nuestros mayores y seres cercanos, atrincherados en nuestras casas y con ratos minúsculos de esparcimiento controlado.

En esta semana, octubre tibio otoñal de un año después, hubo un día con ocho casos de covid y algún otro se han disparado las cifras con más de 30, ayer los afectados fueron 18. Con ojo hay que andarse, aunque estemos un poco desfondados y con fuerzas las justas tras esta carrera de resistencia, que parece que termina.

Entre octubre y octubre, además de mascarillas y otras medidas de sentido común, lo que ha mediado con contundencia de verdad es la vacunación. Es lo que ha hecho que volvamos a la normalidad, que la gente regrese al fútbol, se junte para cenar en el interior de un garito o que pierda el sentío en alguna primera farra estrafalaria. Esto también forma parte de la vuelta a la normalidad, lo que llamamos normalidad que no deja de ser lo que salpica la vida con más o menos rutina.

En Navarra, el porcentaje de población vacunada se aproxima al 80%. A algunos no les toca, a los pequeños, y otros se resisten. El avance de la vacunación no es cuestión ya de musculatura del sistema sanitario, sino de voluntad de los que no se vacunan, ese decidido grupo que conduce contra dirección y que pide respeto aunque vayan camino del accidente, suyo y nuestro.

Hace unos días falleció Antonio Gasset, reverenciado presentador de television, del que ahora se recopilan frases y reflexiones que introducía en sus apariciones en pantalla. Alguna de ellas, verdades absolutas. “Los imbéciles son imbéciles proyectemos lo que proyectemos”, dijo en una de ésas. Días de cine, gran programa. Sí.

Hace un año, un día cualquiera del mes de octubre, había más de 400 positivos por covid en Navarra; ahora, la cifra se queda en una treintena y mucho menos