l desequilibrio entre el mundo rico y el mundo pobre se hace más ruidoso cuando estalla una crisis global. Al grito de sálvese quien pueda, los países con más desarrollo intentan capear el temporal de puertas adentro. Hasta cierto punto es lo lógico. Está disfunción se observa de forma más acusada en la gestión de la pandemia y, en este momento, en el reparto y administración de las vacunas. La pasada semana, la Organización Mundial de la Salud (OMS) criticó a los países que ya están inyectando la cuarta dosis contra la covid-19 mientras que en otros lugares del planeta el porcentaje de población inmunizada es muy bajo. Este mapa sanitario marca en rojo al continente africano, que con 1.300 millones de personas, podría tardar casi tres años en alcanzar ese objetivo de vacunación que ya han logrado varios países y regiones de ingresos altos. De los 54 estados soberanos africanos, solo 20 tienen un 10 % de su población con el esquema de vacunación completo. De estos, solo 6 países han logrado hacerlo con el 40 % y apenas dos (Mauricio y Seychelles) han alcanzado el 70 %. Menos del 8 % de la población africana cuenta con las dos dosis de la vacuna. El suministro errático de dosis, los problemas de distribución, una percepción atenuada del riesgo ante la covid-19 y también un amplio rechazo a las vacunas, dificultan la inmunización del continente. Si el ritmo de inmunización no se acelera en 2022, África podría alcanzar la vacunación del 70 % de toda su población en agosto de 2024. En medio del aumento de casos en el continente y de la alerta generada por la variante Ómicron, la OMS ha insistido a las naciones más desarrolladas para pedirles solidaridad con el continente africano. Y es que el apoyo no solo se expresa con donaciones, sino también evitando acaparar los suministros de vacunación. No podemos ignorar que es más importante que las vacunas anticovid lleguen a poblaciones que no han recibido aún el esquema completo, en lugar de aplicar dosis de refuerzo en naciones con altos niveles de inmunización. El concepto mismo de pandemia abarca un espacio geográfico extenso, por eso es muy importante que los porcentajes de vacunación sean altos en todos los países afectados para evitar que aparezcan nuevas variantes y controlar la expansión y la mutación del virus.