Se ve que ha acertado el PP al revolver el ya de por sí siempre agitado río de los impuestos. La entrada al trapo del lenguaraz ministro Escrivá proponiendo por su cuenta y riesgo hacer tabla rasa con los tributos nos ha dado alpiste a los columneros de toda condición. Como van a leer, los del ultramonte han aprovechado el viaje para sacar a paseo sus obsesiones. ¿Recentralizar?, se preguntan. Y se responden: que empiecen por los chupasangres periféricos. Adivinen cuáles.

"El 'dumping' fiscal, de haberlo, empezó hace mucho tiempo en el País Vasco y Navarra con el polémicorégimen foral de conciertos"

Ignacio Camacho (ABC)

Si todavía no lo han captado, aquí tienen a Ignacio Camacho (ABC) señalando con su dedo a los presuntos privilegiados: “El 'dumping' fiscal, de haberlo, empezó hace mucho tiempo en el País Vasco y Navarra con el polémico –pero constitucional– régimen foral de conciertos. Las rebajas de Madrid o Andalucía no se aproximan ni de lejos a ese intocable privilegio; simplemente aprovechan las reglas del juego. Los que tratan de impedirlas tendrán que demostrar que no son conformes a derecho. O asumir el riesgo de legislar contra los contribuyentes de unos territorios concretos”.

"La recentralización o armonización serán creíbles cuando se propongan tras una reunión con Aragonès o en una visita a Bilbao"

Editorial de El Mundo

El editorialista de El Mundo se descuelga por la misma liana argumental: “La recentralización o armonización serán creíbles cuando se propongan tras una reunión con Aragonès o en una visita a Bilbao. Mientras tanto, bien haría el Gobierno en contribuir a asentar la economía en medidas fiscales que generen actividad económica sin desproteger a los ciudadanos. Y no en alimentar la confusión”.

"Urkullu hace y deshace con un cupo-chollo lo que le da la gana"

Mayte Alcaraz (El Debate)

Menos sutil, Mayte Alcaraz reclama en El Debate: “Recentralice primero a Aragonès”. Y aunque la mención del encabezado es el president catalán, en el corazón de la columnera hay también lugar para el lehendakari y la presidenta de Navarra, aunque este caso, sin nombrarla: “No se le ocurre al bueno de don José Luis reclamarle esa competencia a Íñigo Urkullu, que hace y deshace con un cupo-chollo lo que le da la gana, ni siquiera al Gobierno navarro, cuya foralidad le asegura tener la renta más alta de España sin contribuir a la caja común”.

El opinatero de Libertad Digital Emilio Campmany hace el resumen de todo lo anterior: “Los españoles deberíamos ser iguales ante la ley y pagar los mismos impuestos todos. Pero, como se cedieron a las comunidades autónomas la gestión de algunos y la fijación de parte de otros por darle competencias fiscales a Cataluña, ha resultado que unos, socialistas y nacionalistas, los suben y otros, los del PP, los bajan”.

En la última frase de Campmany está el otro potito ideológico que sirven hoy los amanuenses diestros: bajar impuestos o, incluso eliminarlos, es lo fetén. Así lo resume el editorialista de El Español: “Por eso aciertan Moreno Bonilla, Ayuso y Feijóo en su posicionamiento en esta batalla fiscal, al proponer un modelo fiscal que sirve para atraer la inversión, mejorar la recaudación de las arcas públicas e impulsar la prosperidad económica”.

El problema está en la pulsión fiscal socialista”, berrea el editorial de La Razón en su título. De ese modo queda completa la idea: “El problema no está en unos gobiernos autonómicos que tratan de aliviar la altísima fiscalidad que sufren familias y empresas, sino en la desmedida voracidad fiscal de la izquierda española, que en el caso de los socialistas cabe definir de auténtica pulsión”.

Y para terminar, el pluscuamliberal Ignacio Ruiz-Jarabo avisa en The Objective a la ministra de Hacienda de que cada vez va a haber más jaujas en la piel de toro: “Ministra, según su particular concepción de lo tributario, ya serían dos los paraísos fiscales. Y prepárese, pues parece que el Gobierno de Castilla y León va a caminar en la misma senda que Madrid y Andalucía. A este paso, van a ser las comunidades autónomas gobernadas por sus correligionarios las que queden al descubierto como auténticos infiernos fiscales”.