Unidas Podemos, esta vez con EH Bildu y ERC, desbaratan los planes para comenzar la reforma de la ley del Solo sí es sí. Más cuartos para el pregonero diestro, que disfruta ante el espectáculo de los socios a bofetadas.

Podemos sube el órdago al PSOE a costa de beneficiar a más agresores”, titula en primera ABC. Lo cierto es que luego solo le dedica a la cosa el editorial cortito. Dos párrafos de aliño con la pluma señalando a la ministra enrocada y con una mención de pasada para el PP: “Irene Montero sigue haciendo bandera de su texto original, aun a sabiendas de que es una chapuza legislativa, para tratar de ganar perfil electoral ante los comicios de mayo, en los que Podemos se juega su credibilidad. Además, cree que empujando al PSOE a apoyarse en el PP, su partido ganará enteros. Lo grave es que le interese más el tacticismo de corto plazo que la alarma social generada por su fallida ley”.

El editorialista de La Razón también apunta hacia los supuestos desbarajustes técnicos que contiene la ley y encuentra como culpable al feminismo radical: “Porque no es problema de una mala técnica jurídica, que también, sino de una concepción política e ideológica muy arraigada en el feminismo radical, que parte de la presunción de veracidad que asiste a las mujeres, hasta el punto de que se llegue a prescindir de la carga de la prueba. Es ahí, donde debe centrar la oposición popular su apoyo a la contrarreforma, al menos, en lo que se refiere a la presunción de inocencia”.

Y ahí es donde aparece el director del diario azulón, Francisco Marhuenda, a rematar la jugada colando en la frase sus palabras-fetiche: “Lo único positivo, siendo todo muy triste, es comprobar qué le espera a España con la repetición de un gobierno de socialistas y podemitas con el apoyo de independentistas y filoetarras”.

"Un PSOE maniatado por Podemos alarga la sangría por el ‘sí es sí"

Editorial de El Mundo

Un PSOE maniatado por Podemos alarga la sangría por el ‘sí es sí’”, titula El Mundo su editorial que, como novedad respecto a la resto de cabeceras, incluye a Yolanda Díaz entre los personajes de la tragicomedia: “Ayer, Podemos impuso una línea dura a Yolanda Díaz y, junto a los socios de la coalición, impidió abordar la semana que viene en el Congreso la reforma auspiciada por los socialistas. Ello aboca el debate a las vísperas del 8-M, lo que revela tanto la impotencia de La Moncloa como el interés de la formación morada en extender la polémica hasta una fecha cargada de simbolismo”.

En el diario de Unedisa, Santiago González se pone creativo para titular su pieza: “La reforma de la Sisí”. Luego, en la letra menuda la prosa es menos chisporroteante: “El PSOE ha querido debatir la reforma del sí es sí por vía de urgencia, ya la próxima semana, pero se ha quedado solo frente a Podemos y sus socios. Tendrá que esperar hasta el 7 de marzo, Santo Tomás de Aquino y víspera del 8-M. La fecha deja un poco en evidencia al PSOE ante su socio de Gobierno, mientras el número de delincuentes sexuales con la pena rebajada por la ley Sánchez-Montero superaba los 500, de los que eran excarcelados 46”.

"Sánchez navega ya a merced de ERC, Podemos y Bildu"

Pedro J. Ramírez (El Español)

Para Pedro Jota Ramírez, director de El Español, lo de ayer es la prueba definitiva de que “Sánchez navega ya a merced de ERC, Podemos y Bildu”. Y si quieren una versión más desarrollada, aquí la tienen: “La negativa de ERC y EH Bildu demuestra que los socios "preferentes" de Sánchez lo son en realidad de Podemos y que sólo apoyan al presidente en la medida en que eso les permite cumplir unos objetivos políticos que serían imposibles con alguien como Feijóo en la Moncloa”.

Y a pesar de todo lo que han leído, no habrá ruptura en la coalición. Por lo menos, esa es la apuesta de Alejandro Molina, que sostiene en The Objective que la parte morada no se quiere arriesgar a perder las cuatro o cinco chuches que le ha dado Sánchez: “A fin de cuentas, Unidas Podemos ha resultado ser un socio barato; la realidad ha demostrado que acordar con el partido que vino a acabar con la casta es tan fácil como prometerle a su dirigencia y cuadros el repartirse con ellos, aritmética y proporcionalmente a sus futuros escaños, los centenares de altos cargos creados en los veintitantos renovados ministerios y los empleos de los sin cuento observatorios, agencias y organismos de nuevo cuño alumbrados en estos años”.