as familias del IES Amazabal de Leitza acabamos de recibir una notificación del centro en la que se nos explica por qué a partir del próximo curso, nuestros hijos e hijas transportados van a dejar de percibir la subvención para el servicio de comedor.

Para aquellos lectores y lectoras que no conozcan el tema, les diremos que el alumnado transportado de IES Amazabal que cursa la ESO en modelo D debe quedarse cuatro días a la semana casi una hora más en el centro, debido a que comparte transporte con el alumnado de Bachillerato, que en el caso de este modelo lingüístico, debe cursar cuatro periodos lectivos más a la semana que el resto de modelos. Es precisamente durante este desfase horario cuando se viene ofreciendo el servicio de comedor al alumnado de la ESO.

Además, convendría recordar que nuestros hijos e hijas, debido a que son desplazados desde sus poblaciones a este instituto para realizar la enseñanza obligatoria, todos los días cogen el autobús entre las 7.10-7.30 de la mañana y regresan casi a las cuatro de la tarde a sus domicilios.

Debido a esta situación excepcional, desde el Departamento de Educación se ha subvencionado el servicio de comedor atendiendo, entre otras cuestiones, a la importancia de una buena alimentación en esta decisiva fase de crecimiento.

Sin embargo, en la carta que nos acaban de remitir desde la dirección del IES Amazabal, se nos comunica que estas ayudas van a dejar de ofrecerse, esgrimiendo argumentos como que somos el único centro de Navarra que las recibe o que somos también el único centro que no tiene el mismo horario para ESO y Bachillerato.

En primer lugar, no es cierto que seamos el único centro de Navarra que tenga un horario diferenciado para ambas etapas en el modelo D. Puede comprobarse en las páginas web de los institutos de Iturrama o Biurdana, por ejemplo, en los que se ofrece un horario diferenciado por razones obvias (los cuatro periodos lectivos más que deben impartirse en Bachillerato).

Donde sí se ofrece un horario similar para ambas etapas es en el IES Toki Ona, de Bera, algo que, desde nuestro punto de vista, es un despropósito, ya que desde el Departamento de Educación se está planteando que, no solo en Bachillerato, sino también en la Educación Secundaria Obligatoria, nuestros hijos e hijas del modelo D tengan que cursar todas las semanas cuatro periodos lectivos más que el resto del alumnnado navarro. A este tiempo habría que añadirle, además, los 60 minutos de ida y 60 de vuelta que muchos de estos adoslescentes desplazados realizan todos los días con el transporte escolar.

Por otro lado, somos conscientes de que el servicio de comedor subvencionado hasta la fecha es una excepción en Navarra. Pero de igual manera consideramos que nuestra realidad y, muy especialmente la de los/as jóvenes de nuestras pequeñas localidades, también es muy excepcional (largas horas de transporte escolar, escasez de ofertas extraescolares en sus núcleos de población€). Su calidad de vida se encuentra en clara desventaja respecto a la de otros muchos navarros/as; ya sea por las muchas horas de transporte escolar, como por su riesgo añadido. Si a partir de ahora, además, añadimos que muchos de ellos se verán obligados a comer de bocadillo o tupper, la brecha será aún mayor.

La alternativa propuesta por parte del centro en este caso ha sido la de seguir ofertando el servicio de comedor sin subvención alguna, de manera que a las familias se nos plantean tres opciones: pagar más de 900 euros al año para disfrutar de este servicio cuatro días a la semana, pagar cerca de 500 euros para hacerlo durante dos días (y solventar los otros dos con comida que traigan de casa) o comer todos los días de tupper, para lo cual, sorprendentemente, también se nos pide una cuota.

Teniendo en cuenta la actual situación de crisis sanitaria y económica que estamos padeciendo, y que muy probablemente se verá agravada especialmente para las familias más desfavorecidas económicamente en los próximos meses, nos parece increíble que el Departamento de Educación se plantee en este preciso momento la desaparición de este tipo de ayudas. Conocemos la realidad de nuestro entorno y sabemos que, para muchas de estas familias, abonar 100 euros al mes de comedor por alumno o alumna va a ser algo inviable, por lo que solicitamos a su Departamento que reconsidere esta decisión. De igual manera, solicitamos que se tenga en cuenta la excepcionalidad de nuestro entorno y que por ello, se tomen también medidas excepcionales igual que se hace en otros ámbitos para las zonas rurales o de montaña.

Firman este artículo: Juan Jose Indakoetxea, presidente de la Apyma de Goizueta y Arano; Aitziber Irazu Matxinandiarena, presidenta de la Apyma de Araitz y Betelu; Maite Zubillaga Beunza, presidenta de la Apyma de Larraun y Lekunberri; Mikel Mihura Azpilicueta,presidente de la Apyma de Leitza; y María Beatriz Muro Martínez, presidenta de la Apyma de Areso