esde el mes de febrero en que nos reunimos con la Comisión de Protección de Menores y Personas Vulnerables pedimos información sobre los abusos de pederastia que sufrimos entre las décadas del 50 al 80. No hemos tenido respuesta.

Cáritas, ejemplar entidad en muchas de sus actividades, asumió un papel que el Arzobispo Don Francisco Pérez eludió y le encargó. Nosotros y muchos católicos nos sentimos incómodos ante esa responsabilidad en una institución que, como su nombre indica, debe dedicarse a la caridad.

Después de interesarme a través de correo electrónico sobre sus investigaciones recordándoles que nos debían respuesta, acepté que la pandemia había exigido otros esfuerzos a Cáritas.

A día 3 de septiembre, tuve esta conversación con Maite Quintana, secretaria de Cáritas y responsable de la citada Comisión. Me dijo que no tendremos respuesta a pesar de que se comprometieron a ello. Dice que "no tienen jurisdicción sobre los colegios de órdenes religiosas", sic (respuesta literal).

Obviamente todas las instituciones católicas docentes deben tener una dependencia del titular de la Archidiócesis de Pamplona y Tudela. Aunque parece que el Derecho Canónico no dice esto. Derecho torcido.

La animamos a que se comporte de otra manera cuando traten los abusos del Colegio Diocesano del Puy de Estella. Este era y es de su jurisdicción directa.

Cuando le he dicho que esa respuesta ya nos la dio el señor Arzobispo y su mano derecha el señor Ayerra, me ha preguntado porqué acudimos entonces sabiéndolo. Le he recordado su compromiso de respuesta en la investigación. Se ha puesto nerviosa y de mal tono me ha dicho que yo era deshonesto por haber filtrado a la prensa una conversación privada. Nunca fue pactada en esos términos y además nosotros los abusados nos creemos en el derecho de denunciar cualquier acto relacionado con nuestros abusos.

Siempre hemos manifestado, incluso en la puerta del Palacio Arzobispal, que nos sentíamos así, abusados, silenciados e ignorados. En las reuniones gestionadas gracias al Departamento de Justicia y en especial de su titular don Eduardo Santos Itoiz, fuimos mal tratados por el señor Arzobispo Francisco Pérez. Nos sentimos abandonados de la mano de Dios, bueno, de su representante en la provincia.

Ya recogimos con desconfianza la formación de la Comisión de investigación. Sin embargo, las primeras declaraciones de su secretaria Maite Quintana parecían abrir perspectivas. "Para nosotros los delitos prescriben, pero las víctimas no". DIARIO DE NOTICIAS 4-II-2020.

La reunión fue seria, abierta y salimos con la esperanza de haber sido escuchados. Sin embargo, se ha impuesto el silencio a pesar de la intención manifestada por el Papa Francisco en la carta de motu propia "Vos estis lux mundi".

La Conferencia Episcopal Española, con su anterior presidente Monseñor Blázquez, ha dejado a su sucesor, Juan José Omella, todo atado y bien atado. Las décadas del 50 al 80 estuvieron plagadas de abusos de pederastia en diversos estamentos eclesiales. Quien esto escribe es uno de tantos.

La nueva Ley de Protección a la Infancia y Adolescencia (Ley Rhodes) pasa de los 18 a los 30 años el comienzo del plazo de prescripción. Este puede ser de 5 a 15 años. Es decir que si tiene el abusado denunciador más de 45 años, todo está prescrito. Esos son todos nuestros casos.

Todos los delitos cometidos entre 1950 y 1980 ya no pueden ser perseguidos. Huele muy mal esta ley, parece un acuerdo Iglesia-Estado que evite a aquella enfrentarse a las indemnizaciones que tantos países europeos y americanos han abonado. ¿No será que así se le obligará a pagar el IBI tan demandado? Veremos.

Volviendo al comienzo de esta carta, debo afirmar que nos sentimos defraudados por la Comisión. Lo que no esperaba era esta respuesta de Cáritas. Caridad es compasión, piedad, misericordia y socorro. ¿Dónde están tan hermosas palabras?

Declaraciones de Maite Quintana, secretaria de la Comisión. DIARIO DE NOTICIAS 4-II-2020. Prometieron atender "sin discriminar a víctimas de abusos". Dijeron "atender a las mismas independientemente del autor y ámbito en que se produjera la agresión".

Propusieron "crear un espacio de acogida y escucha que devuelva la palabra a quien sufre". Querían "ayudar a cerrar el proceso de victimización independientemente del tiempo que haya pasado". Hoy, sin embargo, le ha faltado tiempo para colgarme el teléfono.

Siempre hemos manifestado, incluso en la puerta del Palacio Arzobispal, que nos sentíamos así, abusados, silenciados e ignorados

Todos los delitos cometidos entre 1950 y 1980 ya no pueden ser perseguidos. Huele muy mal esta ley, parece un acuerdo Iglesia-Estado

Mientras la justicia argentina realiza el trabajo que debería hacer la española, nos encontramos con un país que blindó a quienes realizaron crímenes de Estado

Tiene que haber un antes y un después como pueblo, como democracia, como sociedad. Y ese después tiene una deuda con el antes. No lo olvidemos