tra vez Iñaki Moreno, ex jefe del Servicio de Salud Laboral, contesta con más sectarismo que acierto a los informes que CCOO hace sobre los accidentes de trabajo. No es la primera vez, por eso creemos que contestarnos públicamente de forma reiterada y cíclica forma parte de su particular cortina de humo para no aceptar lo que los datos, tozudos y rigurosos, indican: que durante su gestión, Navarra tuvo los peores datos de siniestralidad de todo el Estado.

Dice Iñaki Moreno que la siniestralidad laboral sube por el aumento de la actividad económica tras la crisis del 2011, las reformas laborales y el mayor peso del sector industrial de Navarra. Pero esos son factores que en comparación con otras CCAA y años, que es para lo que sirve por ejemplo el índice de incidencia de accidentes, no explican la singularidad navarra en los malos datos.

Si analizamos la evolución de los accidentes de trabajo en Navarra en comparación con el Estado la foto está clara.

En 2012, año de la reforma laboral impuesta por el PP y muy contestada por CCOO, hay un cambio de tendencia evidente en el índice de incidencia. A partir de ese año los accidentes no dejan de crecer. Sin embargo hasta el 2015, Navarra se mantiene en una posición mejor que en el Estado, con un índice de incidencia por debajo de la media estatal.

Es precisamente a partir del año 2015 cuando Navarra se sitúa por encima de la media estatal en accidentes de trabajo. En nuestro caso los accidentes crecen un 13% y en el Estado un 4,2%. Casualidad o no, ese año es cuando Iñaki Moreno es nombrado jefe del Servicio de Salud Laboral.

En estos años ha habido un incremento de la población ocupada, pero eso no explica el incremento de la siniestralidad. De hecho, entre el año 2000 y el 2007 se vivió un periodo en el que convivían crecimiento económico y un fuerte descenso de la siniestralidad, y en la actualidad los resultados de las estadísticas oficiales son concluyentes y demuestran que los accidentes de trabajo crecen de forma muy superior a la creación de empleo y riqueza.

En ocasiones se ha dicho, el propio Iñaki Moreno cae en ese simplismo, que el incremento de la siniestralidad se debe al incremento en la contratación. Pero una vez cruzados los datos se demuestra que la siniestralidad laboral se incrementa muy por encima de los niveles de contratación. En Navarra el total de afiliados, media anual, a la Seguridad Social se incrementó en 2018 un 3,8%, mientras que la siniestralidad aumentó un 9,9%. En el País Vasco por ejemplo, con una estructura económica y por sectores similar a la navarra, la afiliación subió un 2,5% y la siniestralidad bajó un 3,9%.

Por lo tanto hay causas propias en Navarra, que más allá del peso de la industria o el impacto de la reforma laboral, explican el peor comportamiento de nuestra comunidad en la siniestralidad laboral.

Los datos certifican que está habiendo un repunte tanto en los accidentes totales como en los índices de incidencia sobre la población trabajadora. Factores que evidencian la insuficiencia e ineficacia de las políticas puestas en marcha por Iñaki Moreno para combatir el grave problema de la siniestralidad laboral en nuestro mercado de trabajo.

Compartimos, eso sí, con Iñaki Moreno, que el sistema preventivo actual es ineficaz en nuestro país. Como él dice, en el sistema de prevención intervienen muchos agentes y, entre ellos, es fundamental el papel de los sindicatos. Como representantes de la gente trabajadora, somos los sindicatos quienes estamos a pie de calle y en los centros de trabajo, por eso tener buenas herramientas para hacer un trabajo eficaz es una buena medida que deberían tener en cuenta los gobiernos.

Hay, de forma clara, un fracaso del modelo preventivo de Iñaki Moreno. No es la única causa posible ante estos negativos datos, pero es un asunto a tener en cuenta, aunque Iñaki Moreno se revuelva contra quienes tratamos de poner luz sobre el agujero negro de los accidentes en el trabajo.

La gente trabajadora que se deja la vida y la salud en el trabajo espera más de alguien que gestionó estos asuntos durante cuatro años y que no supo, o no pudo, reaccionar a tiempo y corregir el alto número de accidentes de trabajo. Para eso siempre es más recomendable la autocrítica y el análisis solvente que el sectarismo.

El autor es secretario general de CCOO Navarra