En el llamado debate sobre el Estado de la Nación, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha anunciado una medida que ha causado bastante sorpresa, además de algunas otras. Si hace dos semanas anunciaba un descuento del 50% en los abonos de cercanías y media distancia (MD), ahora la bonificación se duplica. Será de un 100%, desde el 1 de septiembre hasta el 31 de diciembre.

El golpe de efecto de este anuncio no ha pasado desapercibido entre la ciudadanía, que ya se pregunta si podrá empalmar trayectos para cubrir distancias más largas. Pero parece ser que solo afectará a los servicios regionales de Renfe, es decir a trenes de Cercanías, MD y Rodalies, y no a los trenes de larga distancia, y habrá que ver en qué medida va a servir para favorecer la economía doméstica y reducir la dependencia con respecto al petróleo.

Cuando se presentó el plan anticrisis, el Gobierno español insistió en que la bonificación del transporte público sería exclusivamente para la movilidad cotidiana. Es decir, para trenes de cercanías y MD, y solo para los abonos y títulos multiviaje. Se pretendía así reservar las ayudas a quienes más dependen del transporte público, como las personas que estudian o trabajan, evitando subvencionar los viajes ocasionales más utilizados por turistas.

Pero con la bonificación al 100%, este factor de cotidianidad desaparece, aunque habrá que leer detenidamente su redacción completa. En teoría, cualquier persona podrá comprarse un abono sin coste, aunque solo viaje esporádicamente. Un factor inductor de nuevos viajes que puede ser muy problemático en aquellos núcleos donde la intensidad de uso es elevada, como sucede en las grandes ciudades, ya que en los últimos tiempos apenas se ha reforzado el servicio y las frecuencias de los viajes por parte de Renfe. 

Por otra parte, el Gobierno español dentro de las medidas anticrisis por la guerra de Ucrania, aprobó la rebaja de 20 céntimos por litro de combustible (gasolina y gasóleo) dirigida a toda la ciudadanía. Aunque la medida ha supuesto cierto alivio para sus bolsillos, el precio de la gasolina ya “se ha comido” el total de la rebaja.

Durante este tiempo ha habido discusiones y debates sobre si dicha medida era eficaz, y si tenía algún sentido desde el punto de vista económico y medioambiental. También ha habido declaraciones como la del ministro de Consumo, Alberto Garzón, que planteó ajustar esta medida en función de la renta y hacerla más eficaz para familias más vulnerables.

Mientras tanto, diversos expertos han insistido en que hay alternativas más eficaces y permanentes, como una rebaja de los impuestos del carburante o bonificar directamente el transporte público.

En este sentido, hemos oído a distintos expertos, entre ellos, Emilio González, profesor de economía de la Universidad de Comillas e ICADE, decir en una entrevista en RTVE “que no creía que esté funcionando la medida y que la consideraba insuficiente y no oportuna”.

“El precio de la gasolina está subiendo cada vez más por tres factores: falta oferta de petróleo, hay menos gasolina refinada que antes se importaba de Rusia, y la evolución del cambio entre euro y dólar ha subido un 40% en 2022, teniendo en cuenta que el petróleo, el gas y la gasolina se pagan en esa moneda”, se ha apuntado por parte del citado experto.

Por tanto, a juicio del experto Emilio González, “la rebaja de 20 céntimos en ningún momento va a contener la subida del precio de la gasolina, ya que el encarecimiento se debe a factores más extensos que irán evolucionando según el progreso de la guerra en Ucrania. El único efecto que ha tenido ha sido intentar poner un pequeño colchón económico para que los usuarios sigan consumiendo, pero que ha perdido efecto mientras los carburantes se encarecían. Por ello, la medida es un contrasentido a nivel económico”.

Desde el punto de vista medioambiental, aplicar un descuento a la gasolina y el gasóleo no es una medida consecuente con los objetivos de descarbonización que se preconizan desde la UE y desde el propio Gobierno español. Si el Gobierno español tiene objetivos de transición energética lo que no puede hacer es subvencionar el consumo de hidrocarburos porque se supone que lo que tenemos que hacer es reducirlo, en el contexto de emergencia climática en el que estamos, que la mayoría de las instituciones en el Estado español la aceptan como tal. Otra cuestión es si son consecuentes con dicha declaración.

Además, el último Informe Anual del Banco de España viene a decir que esta medida es muy poco equitativa. “La actual rebaja beneficia más a los hogares con mayor renta por el hecho de que suelen tener más de un vehículo por familia, gastan más carburante y, por tanto, se benefician en mayor medida del descuento. Bonificar el transporte público podría ser una medida más justa con las rentas más bajas, que son las que lo utilizan en mayor medida porque su situación económica no les permite coger tanto el coche y afrontar el encarecimiento del combustible”.

En este sentido, es cierto que bonificar e incentivar el transporte público (autobuses, metro, tranvía y cercanías) puede ser una medida muy positiva para que la ciudadanía lo utilice mucho más a diario. De alguna manera, es lo que ha hecho Alemania, que ha reducido a 9 euros el precio del abono mensual de transporte público durante los próximos tres meses para potenciarlo como alternativa al vehículo privado, evitando así el gasto en combustible y beneficiando la economía doméstica.

De todas formas, la primera condición para usar el tren es que exista. Madrid y Barcelona concentran actualmente el 85% de los viajes de cercanías de todo el Estado español. En el resto de territorios, entre ellos el navarro, los trenes regionales no alcanzan el mínimo de usabilidad cotidiana. Por tanto, si no hay apenas tren, ¿para qué sirve que sea gratuito en Navarra?

Lo que se necesita de forma primordial es potenciar los servicios públicos, entre ellos el transporte público, sin dejar a nadie atrás, y aplicar una fiscalidad verde donde paguen los que más tienen y los que más contaminan.

El autor es experto en temas ambientales y Premio Nacional de Medio Ambiente