En los últimos meses y años estamos asistiendo de forma más o menos pasiva, pero sí escandalizados, a la destrucción y muerte que las guerras están produciendo a lo largo del planeta. Unas muy mediáticas, otras olvidadas, pero casi siempre las vemos como algo lejano, que están creadas por conflictos que no nos tocan de cerca, y que en el mejor de los casos nos mueven a solidarizarnos con las víctimas, pidiendo a los implicados que acaben con las muertes, o en casos extremos con los genocidios que se llevan a cabo.

Un seguimiento más real y profundo de los componentes de esos conflictos y guerras nos indican que esas guerras y conflictos empiezan y se entrenan aquí, que aquí es donde dejan sus beneficios. Por todo esto es por lo que decimos que es aquí donde tenemos la obligación de pararlas.

Las armas con las que se crean y se sostienen todas esas matanzas son negocios con los que enriquecemos nuestras vidas y que, como vemos en los últimos años, van viento en popa y hacen que el negocio en los últimos años, a pesar de que lo escondan, es de lo más rentable. Las ventas aumentan. Los presupuestos de defensa de todos los países se disparan. Las ayudas a países en desarrollo son un parte importante en defensa. Se mandan armas a los países en guerra con la excusa de la defensa, a la vez que sirven para renovar nuestros arsenales.

Esta azoka pretende mostrarnos algunos de los productos Euzko Label o de Productos de Navarra que con su negocio colaboran en la creación y mantenimiento de esas guerras. Empresarios, políticos e instituciones que se enriquecen y hablan de crecimiento económico, creación de empleo, etcétera, sin ningún tipo de rubor. España siempre está entre los 10 primeros países en venta de armamentos. En los últimos años las misiones humanitarias de España en conflictos han aumentado de forma considerable, y sirven para posicionar este mercado de las armas en la geo-estrategia de los conflictos. El hecho de tener en Bardenas uno de los pocos polígonos de tiro de la OTAN en Europa es significativo de la importancia del entrenamiento de aviones de las fuerzas de la OTAN, y por tanto en las guerras en las que siempre está involucrada. Cuando se habla de guerras y de muertes en las guerras pocas veces se pone la mirada en quien las hace posible, en quien las desea y vive de ellas: la industria de la guerra, la armagintza. Cuando las guerras o su amenaza nos golpean, como en la actualidad, las cuentas corrientes de los mercaderes de la muerte rebosan beneficios. Y esas empresas de producción militar que fabrican guerras no están tan lejos como las guerras que nos retransmiten. Sólo en los últimos 15 años el número de empresas que en Euskal Herria producen para la guerra se ha más que duplicado, superando de largo las 200 empresas. Como se ha incrementado el apoyo que reciben de administraciones públicas, universidades (públicas y privadas) y centros de investigación.

Por todo ello, es imprescindible que cualquier antimilitarista o persona que se oponga a las guerras, y de verdad pretenda pasar de las palabras a los hechos para impedirlas, tome parte activa en el desmantelamiento de esa “planificación de beneficios” de la que nacen. Porque mientras en Euskal Herria sigan existiendo fábricas de armamento en nuestros pueblos y ciudades, investigación militar en nuestros centros educativos, instituciones públicas que conceden subvenciones y ayudas a esa industria de la muerte, partidos políticos que las aprueban, sindicatos que reclaman puestos de trabajo en ellas, y mercaderes de la muerte que se benefician de su comercio, podemos afirmar con rotundidad que La Guerra Empieza Aquí, y es desde aquí, con nuestra oposición y rechazo, hasta acabar con su existencia, donde podemos generar un trabajo real de oposición, rechazo e impedimento de las guerras.

Esta azoka siniestra pretende cercar la realidad de la industria vasca - navarra de la muerte. Pero nuestro objetivo no es quedarnos en ello, sino convocar a la población a trabajar por la abolición de la armagintza, proponiendo como alternativa la producción civil de utilidad social. Hace unos 30 años la implicación de la población vasconavarra en la campaña de insumisión a la mili consiguió acabar con ésta. Ahora tenemos un nuevo reto: terminar con la vergüenza que representa saber que en prácticamente todas las guerras la gente muere por producciones militares con su componente made in Euskal Herria.

Antimilitaristak E.H.