Gora Euskal Herria! Gora Aberri Eguna!
Este año, celebramos el Aberri Eguna en un momento histórico en el que el futuro del mundo y, por tanto, el de nuestro país está sometido a profundos cambios. La situación geopolítica y socioeconómica de Europa y del mundo está llena de incertidumbre y desafíos. Aquí y ahora, tenemos la necesidad como pueblo de reafirmar nuestro lugar y trazar el rumbo de nuestro futuro.
El orden y las estructuras político-económicas internacionales establecidas tras la Segunda Guerra Mundial están en declive. Los conflictos y las disputas territoriales se han multiplicado y las balanzas de poder a nivel mundial están sufriendo profundos cambios. La barbarie de las guerras de Ucrania y Gaza pone de manifiesto que el viejo orden está en crisis. Se están creando nuevos paradigmas en las relaciones entre los estados y las naciones y, en ese contexto, Euskal Herria tiene que recorrer su propio camino.
Sin embargo, la geopolítica no solo es guerra y conflicto. Estamos inmersos en un profundo cambio de época en el que múltiples factores están transformando nuestro modo de vida: inteligencia artificial y digitalización; crisis climática y agotamiento de los recursos naturales; profundas transformaciones demográficas y nuevas olas migratorias. Todos ellos, a su vez, conllevan rápidas transformaciones del sistema económico y social. Reina la incertidumbre en Europa y en el mundo, y esa situación genera riesgos y nuevas oportunidades para nuestro país.
Lo viejo se muere, pero lo nuevo aún no ha llegado a nacer del todo. Estamos en un periodo de transición convulso que, como tantas veces en la historia, ha traído la sombra del autoritarismo. La ultraderecha y el populismo retrógrado se están fortaleciendo en todo el mundo. En España y en Francia su presencia es cada vez mayor y pueden poner en jaque a la propia democracia. Por eso mismo, es más necesario que nunca defender la democracia y una sociedad justa y progresista. En Euskal Herria necesitamos reforzar un proyecto basado en la libertad y la justicia social.
Los retos globales y geopolíticos se reflejan en nuestra realidad nacional. Los tres ámbitos institucionales que conforman Euskal Herria tienen los mismos grandes retos económicos, sociales y medioambientales, aunque cada uno tenga sus propias peculiaridades. Hoy, debemos reforzar y actualizar los instrumentos políticos, sociales e institucionales que han traído a Euskal Herria hasta aquí para garantizar el futuro de nuestro país.
¿Cuál es el futuro de nuestro país en este mundo bullicioso del siglo XXI? La respuesta no está escrita, pero tenemos un sólo camino: reforzar nuestra soberanía y actualizar las herramientas políticas e institucionales para hacer frente a los retos que se nos presentan como país. Necesitamos de un diagnóstico del país en profundidad, para poder responder a las siguientes preguntas fundamentales:
¿Cómo será nuestra demografía en el futuro? ¿Qué medidas debemos tomar para hacer frente al envejecimiento de la población y a los retos migratorios? ¿Cómo garantizar el futuro de nuestro tejido industrial en un contexto de transición tecnológica y digital? ¿Cuáles serán nuestro modelo energético y nuestra política ambiental en las próximas décadas? ¿Qué tipo de política educativa y lingüística necesitamos para garantizar nuestra identidad y nuestro desarrollo social? ¿Cómo aseguraremos el bienestar de nuestra sociedad? ¿Cómo promoveremos la igualdad social en la sociedad vasca? ¿Qué pasos daremos para llevar a cabo la vertebración de nuestra nación?
Por lo tanto, Euskal Herria se encuentra ante una encrucijada histórica. Estamos a las puertas de una gran tormenta y nuestro reto es navegar en medio de esa tormenta hacia un futuro mejor. El auzolan de todos los vascos y las vascas será imprescindible para movernos hacia ese futuro mejor.
Ser abertzale no sólo consiste en heredar el pasado, sino en mirar al futuro. Debemos reforzar el compromiso comunitario de este país, para reforzar nuestra soberanía y hacer frente a los retos. Para ello, debemos trabajar activamente por el país para dar oportunidad a las nuevas generaciones y adaptar los instrumentos políticos e institucionales. En el Aberri Eguna queremos reivindicar en voz alta nuestros principios.
Somos una nación. Desde el Adur hasta el Ebro, Euskal Herria está formada por una comunidad con fuertes lazos lingüísticos, culturales, históricos, sociales y económicos. La nación vasca existe, y es nuestra responsabilidad actualizar y consolidar los instrumentos para perdurar como pueblo también en el futuro.
Es la lengua de nuestra comunidad y, por ello, reafirmamos nuestro compromiso con la revitalización integral del euskera. El euskera es lo que nos ha hecho país y lo que seguirá haciéndonos país en el futuro.
Somos una nación con la diversidad como valor. Euskal Herria es diversa, los territorios vascos tienen características propias y las diversas tradiciones políticas presentes en nosotros se esfuerzan en la convivencia. Euskal Herria es diversa y durante siglos se ha enriquecido con diferentes aportaciones culturales y sociales. Esa diversidad es uno de nuestros principales valores, tenemos territorios diversos. En un mundo como el actual en el que el racismo y la xenofobia van en aumento, queremos dejar claro que vasco o vasca es todo aquel que quiere vivir, trabajar y formar parte de nuestro pueblo. Todos tenemos derechos y deberes en la Euskal Herria que queremos construir juntos.
Una nación capaz de decidir su futuro. Euskal Herria debe tener la capacidad de decidir su futuro. Proclamamos en alto este principio democrático básico e intransferible. Nuestro país debe elegir su propio camino, sin imposiciones, libremente y con pleno derecho a decidir, adaptando para ello los instrumentos jurídicos necesarios.
En este Aberri Eguna de 2025 invitamos a todos los vascos y vascas a disfrutar de lo que tenemos y a soñar un futuro mejor, un país libre constituido por ciudadanos y ciudadanas libres.
Gora Euskal Herria! Gora Aberri Eguna!
Firman este artículo: Mireia Zarate (presidenta de la Fundación Sabino Arana), Irati Jiménez (presidenta de la Fundación Olaso Dorrea), Gorka Espiau (director del Agirre Lehendakaria Center), Naiara Goia (directora del Laboratorio de Innovación Social Arantzazulab) y Carlos Etchepare (presidente de Euskal Herria Batera)