Ser seguidor rojillo y plantarte en mayo significa que probablemente toque poner en funcionamiento las ciencias matemáticas. Todo un ejercicio de agilidad mental para activar las neuronas. Sábado: ganó el Zaragoza. Mal empezaba la jornada. Para una vez que deseaba que ganase el Madrid, no hubo suerte. Zaragoza: 36 + 3 = 39. Al menos el Deportivo, otro implicado, no consiguió puntuar, se quedó con los 38.

La tarde de ayer continuó con la calculadora mental a pleno rendimiento y con resultados penosos. El Málaga venciendo al Hércules, sumaba otros 3, total 39; los alicantinos se quedan con 33. Otro que se alejaba era el Racing, que ganó y lograba los 40 puntos. Y el Getafe fue derrotado y se quedaba con 37.

Así que con este panorama, Osasuna solo podía pensar en la victoria para llegar a los 38 puntos y no hundirse en el pozo. El que bajara ayer al Sadar sabía que iba a ser un partido de los de sufrir y ya lo creo que sufrimos. Fueron 90 minutos de nervios y tensión. Desde el pitido inicial la grada transmitió toda la fuerza y ánimo en cada jugada de los rojos.

Tras el gol de Cejudo, el repertorio musical de Graderío Sur no cesó hasta el final del encuentro, al que se sumaron los demás aficionados cantando al unísono, incluida la plegaria a San Fermín.

Fue la primera final y todavía quedan cuatro. Hay que tener confianza. ¡Aúpa rojillos!