PAMPLONA. La situación es delicada para ambos y lo importante es sumar de tres en tres. No nos dejaremos nada porque la cosa se aprieta y cada partido que dejas se escapa una opción”. Aunque le gusta hacer cuentas, ha reconocido que de poco están sirviendo: “Los resultados se están dando al revés; nadie pensaba que a estas alturas el descenso lo marcase el Getafe y los 37 puntos. La Liga está revuelta y no podemos pensar en los resultados. Hay que pensar sólo en nosotros. Me gusta hacer cuentas, pero la liga me las está tirando todas atrás. Pierdo el tiempo; hay que entrenar fuerte y prepararnos lo mejor posible para sumar los tres puntos en Zaragoza".

Soriano ni se plantea un empate: "Quiero ir a ganar. Pocos equipos se pueden plantear tan decididamente un empate. Hay que plantearse ir a buscar el rival y después, según se pueda ir desarrollando el partido, puede que el empate sea bueno".

El jugador rojillo es de Zaragoza y jugó en el equipo maño. Por tanto, todo son buenas palabras y, es mas, le gustaría un buen ambiente entre las aficiones: "Vivimos en zonas similares y, por tanto, la rivalidad existe. Es una pena que sobrepase lo deportivo; me gustaría que hubiese otra sintonía, otro tipo de relación. Dicho esto ahora defiendo a Osasuna y en el campo no hay nostalgia que valga”. Precisamente se ha referido al ambiente que se pueden encontrar en la Romareda: “Un estadio lleno y dos equipos con máxima concentración, intensidad y tensión. Si bien ellos tienen el plus del público. Sin embargo, nosotros sabemos lo que nos jugamos, porque si perdemos, el miércoles tendremos otra final de ganar o morir. Pero ahora hay que pensar en el Zaragoza, porque tenemos cuatro partidos y no debemos de dar ninguno por perdido".

Eso sí, ha dicho que jugar en el Reyno es más que un plus: "El otro día fue increíble. La última media hora con el público pitando al rival no lo había vivido nunca. Un pitido constante que descentra al rival y que a nosotros nos dio una fuerza increíble. No se les puede pedir más".

Y ha cerrado su intervención describiendo cómo se enfrenta el equipo a estas últimas jornadas: "Estamos con tensión; pegamos unas patadas en los entrenamientos que dan miedo. Estamos preparados para todo, con confianza en el grupo y sin miedo. Estamos con ganas de que llegue el domingo, porque el tiempo de espera es lo peor".