pamplona. Eliminar ocho de las columnas que sujetan la cubierta del estadio y reparar las goteras son las dos actuaciones que la directiva de Osasuna tiene previsto realizar en los próximos meses para el mantenimiento del recinto, que esta noche celebra el partido oficial 1.000 de los rojillos.

El Sadar, que con 46 años de vida es uno de los estadios más antiguos del Estado, está necesitado no solo de un continuo mantenimiento sino pendiente de algunas remodelaciones. Pero en la actualidad cualquier proyecto choca con las estrecheces económicas por las que pasa la entidad.

Así las cosas, los rectores del club quieren acometer dos proyectos en los próximos meses que tienen que ver con la comodidad de los espectadores; el primero es de protección de la cubierta para evitar las goteras y el segundo para permitir una mejor visibilidad retirando ocho columnas.

En primavera se acometerán las obras de saneamiento y protección en la cubierta. El club ya tiene adquirida la maquinaria y el producto que se debe aplicar en los encuentros de las láminas y en la tornillería, que son los que sufren los desajustes y dejan pasar el agua. La aplicación del producto requiere de unas condiciones climatológicas favorables, de ahí las fechas elegidas.

De la situación económica del club dependerá, sobre todo, acometer la retirada de las columnas. Serían ocho en total: cuatro de grada lateral, dos de tribuna de gol y dos de graderío sur. Las de las esquinas no se tocarían.

La operación en sí no es tan gravosa -no hay, de momento, una cuantificación económica del proyecto- como lo que implica el posterior sistema de sostenimiento de la cubierta bien con tirantes, con soportes exteriores o con reforzamiento de los laterales. Esas son las soluciones que ahora están sobre la mesa y su elección supeditada siempre a dos premisas: la de la seguridad de los espectadores y la del menor coste posible para las arcas de la entidad.

Otro de los proyectos de la directiva es retirar las lonas de embellecimiento externo, pero no es uno de los objetivos más urgentes. Hay intención de mejorar la cara externa del estadio, sobre todo la de los dos fondos, ya que en las dos fachadas principales se realizaron obras de mejora.

Aparcado cualquier viejo proyecto de ampliación e incluso de mudanza, El Sadar necesita retoques para seguir dando cobijo a Osasuna.