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Patxi Izco y Miguel Sanz comieron juntos la semana pasada

cita | en un restaurante de pamplona, compartieron mesa con juan luis irigaray y alfredo jaime, entre otros

Patxi Izco y Miguel Sanz comieron juntos la semana pasadaARCHIVO

pamplona - Puede ser una coincidencia. O no. Con las declaraciones de Vizcay sobre presuntos amaños de partidos y las investigaciones en marcha sobre las salidas de dinero del club calientes sobre la mesa, la cita y la identidad de algunos de los comensales es, cuando menos, llamativa.Testigos presenciales relataron a este periódico que en los primeros días de la semana del 23 de febrero al 1 de marzo compartieron mantel en un céntrico restaurante de Pamplona el expresidente del Gobierno de Navarra Miguel Sanz, los expresidentes de Osasuna Juan Luis Irigaray y Patxi Izco, y el exalcalde de Pamplona Alfredo Jaime, entre otros hasta un total de una docena de personas.

La cita pretendía tener un carácter discreto, ya que los reunidos ocuparon uno de los reservados del prestigioso restaurante; solo sus entradas y salidas llamaron la atención de otros clientes, alguno de ellos simpatizante de Osasuna y que identificó a los dos expresidentes rojillos.

A Irigaray (presidente de Osasuna entre 1996 y 1998) le une con Sanz una vieja y estrecha amistad personal; el jefe del Gobierno de Navarra entre 1996 y 2011 también compartió con Izco los momentos más exitosos del equipo durante el mandato de este, entre 2002 y 2012. Irigaray dejó el club después de ser reprobado por la asamblea de compromisarios mientras que Izco dimitió sin concluir su mandato, ante la sorpresa general, con nocturnidad y en declaraciones a los micrófonos de una cadena de radio de Madrid.

Aunque tanto Irigaray como Izco negaran durante sus mandatos relaciones con UPN, Izco tuvo en su junta, durante dos periodos distintos, a Íñigo Sanciñena, con vinculaciones con el partido regionalista. La esposa de Sanciñena es socia en la asesoría fiscal que tenía la consejera de Economía Lourdes Goicoechea hasta su llegada al Gobierno foral. Asimismo, un hermano de la esposa de Sanciñena es un cargo de confianza de Enrique Maya, alcalde de Pamplona. Sanciñena formó parte de la Junta Directiva de Osasuna desde 2002 a 2004. En junio de 2004 dejó el cargo alegando “motivos laborales”, después de que en noviembre de 2003 pasara a ser el director-gerente de la sociedad municipal Pamplona Casco Histórico. Entonces, Maya era director-gerente de Urbanismo y Yolanda Barcina, alcaldesa. En 2009 regresó al club rojillo, nuevamente con Izco al frente de la entidad, para cerrar la crisis abierta tras el cese de Fernando Vera. Allí permaneció como tesorero hasta noviembre de 2011.

Cuando el descenso de Osasuna, en mayo del pasado año, sacó a flote la delicada situación financiera del club, con una enorme deuda con la Hacienda Foral (53 millones de euros), desde diferentes ámbitos se criticó la escasa vigilancia ejercida por el Gobierno Foral (en manos de UPN desde 1996) e incluso se acusó de condescendencia a los sucesivos gabinetes presididos por Miguel Sanz.

Trasladados estos comentarios al expresidente, este negó la mayor en otoño del pasado año descartando que hubiera “condescendencia” con Osasuna en materia tributaria durante los últimos años con la Hacienda Foral y aportando que había habido “colaboración y buena disposición para posibilitar que pudiese competir con cierta dignidad en Primera División”.

“Otra es que hubiera tenido el tercer o cuarto presupuesto de España siendo 650.000 habitantes, pero se ha competido dignamente durante muchísimos años y desde la más estricta legalidad en cuanto a los impuestos. Eso sí, dando facilidades en la refinanciación de la deuda. Quedaba margen para cumplir y es lo que se ha hecho, también en todos los clubes de España”, sostuvo entonces Sanz.

El expresidente del Gobierno también se mostró comprensivo en ese momento con que el Parlamento “tiene que ayudar” para solventar la deuda tributaria de Osasuna y sobre el planteamiento de una dación en pago opinó que era necesario el “amparo del Parlamento y una cláusula de reversión si paga conforme al plan”.

reyno de navarra Durante la presidencia de Izco, el Gobierno foral propuso la posibilidad de cambiar el nombre del estadio por el de Reyno de Navarra a cambio de 1,5 millones de euros por año. Izco explicaba en agosto de 2005 que la junto directiva podía llevar a cabo el cuerdo con el Ejecutivo sin consultar a la asamblea y abundaba que únicamente se trataba de un patrocinio.

El asunto del posible cambio del nombre levantó entonces una gran polémica al respecto, por lo que Izco aseguró que la operación no tenía ningún trasfondo político: “Quiero dejar muy claro que Patxi Izco ni hace política ni es afiliado a ningún partido político. Lo único que hemos buscado ha sido un acuerdo de patrocinio y ese patrocinio podría haber sido de cualquier marca comercial”.